Recientemente en la ciudad de Quito los delegados del gobierno de Santos y del ELN -que negocian un acuerdo de paz desde febrero- establecieron un alto el fuego a partir del 1 de octubre y hasta la segunda semana de enero.
El tesorero del municipio de Teorama, Hebert Fallares, dijo a la radio local RCN que el derrame de crudo en esa zona afectó cultivos e cacao, plátano, yuca y maíz y a unas 700 familias.
A su vez, Juan Camilo Restrepo, jefe de la delegación del gobierno en los diálogos con el grupo guerrillero, señaló en un comunicado que “parecería que con estos insensatos prólogos el ELN quisiera entrar al cese el fuego el próximo 1 de octubre con el mayor repudio y descrédito posible ante la opinión publica colombiana”.
En los últimos cinco días las autoridades colombianas han capturado en diferentes partes del país, especialmente en el norte, a más de 12 miembros del ELN a quienes les decomisaron fusiles y pistolas. Según el Ministerio de la Defensa el grupo guerrillero tendría unos 1.500 miembros.
La petrolera estatal colombiana Ecopetrol, que controla el oleoducto atacado, señaló que en lo que va del año se han registrado 45 atentados contra el ducto que han causado derrames de crudo y contaminado varios ríos. El año pasado fueron más de 50 atentados, agregó.
Ecopetrol enviaría en las próximas horas un grupo de técnicos para reparar los daños apoyado por el ejército colombiano para asegurar la zona.
Caño Limón-Coveñas se extiende por 780 kilómetros y lleva unos 80.000 barriles de crudo diarios desde los campos petroleros del nororiente, en la frontera con Venezuela, hasta el puerto de Coveñas sobre la costa del Caribe.