El gobernante, en su habitual informe de los sábados por radio y televisión, llamó a sus compatriotas a entender la magnitud de las propuestas de los grupos opositores contra los avances en los servicios públicos que actualmente son gratuitos.
Correa, que abandonará el poder en mayo próximo tras una década de mandato, dijo que al finalizar su periodo dejará un centenar de las llamadas «Escuelas del milenio» en funcionamiento, dentro de las 428 unidades educativas que se construyen en todo el país.
«Esto es lo que está en juego el próximo 2 de abril», dijo en referencia a la segunda ronda de votaciones por la Presidencia de la República, que enfrentará al oficialista Lenín Moreno y al opositor Guillermo Lasso.
Según Correa, la propuesta del exbanquero Lasso supondría la destrucción de las políticas sociales que ha aplicado la «Revolución ciudadana», como denomina a su gestión, pues señaló que el plan del opositor de reducir el gasto público supondrá la merma de los presupuestos en esos campos.
«Es para asustarse», añadió el mandatario tras señalar que aspira a que su correligionario Moreno gane las próximas elecciones y continúe con las políticas sociales emprendidas por su administración.
También destacó la obra pública en salud con la construcción de hospitales y otros centros de asistencia sanitaria en todo el país, que de igual forma brindan atención gratuita.
«Todo esto es lo que quieren eliminar y volver al caos del pasado», agregó el mandatario, mientras que el ministro de Educación, Freddy Peñafiel, en el mismo informe, opinó que los grupos opositores de derechas querrán convertir a la educación de «un derecho a un negocio».
La ministra de Salud, Verónica Espinosa, por su parte, criticó la propuesta de «zonas francas» que ha hecho el candidato opositor, pues ello supondría crear «estructuras privadas» que brinden servicios sanitarios a la ciudadanía.
Tildó de «lógica mercantil» ese tipo de propuestas al señalar que tales políticas, presuntamente, perjudicarán a los sectores pobres de la sociedad.
El próximo 2 de abril, 12,8 millones de ecuatorianos están facultados para acudir a las urnas y elegir, entre el oficialista Moreno y el opositor Lasso, al sucesor de Correa.