En su cuenta oficial de Twitter el exmandatario que gobernó el país durante una década, entre 2007 y 2017, acusa al periodista Ramiro Cueva de haberlo abordado en la ciudad belga de Lovaina cerca de su domicilio cuando realizaba unas compras junto a una de sus hijas.
El documento, dirigido a la opinión púbica y con el emblema del Instituto de Pensamiento Político y Económico Eloy Alfaro (IPPE) prosigue que al salir de un comercio se encontró con un «sujeto que, filmando con un celular, empieza a insultarme».
Asegura que entre otras manifestaciones, el individuo le dice que «no me pega un tiro porque estoy con mi hija», poniéndose la mano en un bulto debajo de su camisa, a la altura de la cintura», en lo que Correa describe que «aparentemente» se trata de «un arma de fuego».
El exjefe de Estado ecuatoriano precisa que pese a que en un primer momento no reconoció al «sujeto», posteriormente éste se identificó como Ramiro Cueva, dueño de Ecotel TV.
El relato de Correa sobre los hechos describe cómo llamó a la Policía y pese a no dar demasiado crédito a que el hombre fuera armado, dice que mantuvo la cautela por «no arriesgar» a su hija.
También afirma que comenzó a grabar al periodista con su móvil y que éste echó a correr aparentemente asustado y fue perseguido por ciudadanos y él mismo antes de ser capturado y entregado a la Policía.
Correa asegura que el detenido logró deshacerse de su celular posiblemente escondiéndolo o entregándolo a un eventual cómplice, para supuestamente borrar «las pruebas del delito».
El detenido ha sido puesto bajo disposición judicial gracias a los testimonios de Correa, de su hija y al menos de otros dos testigos, en un proceso que según el exmandatario se produce en Bélgica, un país donde insiste que «sí existe el estado de derecho» y asegura que en el juicio «se demostrarán todas sus falsedades».
Considera la detención de Cueva «un verdadero bochorno para el periodismo ecuatoriano y para todos los latinoamericanos» antes de indicar que «por el bien el periodismo, tipos sin escrúpulos no pueden ejercer tan noble profesión.
El periodista al que se refiere el escrito ha asegurado a medios locales que viajó a Lovaina para cubrir un supuesto operativo de Interpol por el que se iba a dar captura a Correa, requerido por la justicia ecuatoriana por su presunta implicación como autor intelectual de secuestro de un exlegislador opositor en Colombia 2012.