«Este 2016, por primera vez en estos diez años va a decrecer la economía por todos estos factores externos un 1,5 por ciento.
Es un contexto económico muy desfavorable que lo supo aprovechar la derecha para echarnos la culpa. Tenemos la culpa hasta del terremoto (…). Sin embargo, hay un cambio de ciclo en América Latina. La victoria de Ecuador, del pueblo ecuatoriano, rompe ese ciclo.
Hemos ganado en condiciones muy adversas y contra todo junto», apuntó Correa en una entrevista proporcionada a Cynthia García, periodista de Página 12 de Argentina.
«Sin lugar a dudas hubo un cambio de ciclo en América Latina. De un nuevo ciclo, porque la verdad es que siempre América Latina se debatía entre derecha y centroderecha», apuntó el Primer Mandatario al recordar que en un momento dado (2008, 2009), de los 10 países de Sudamérica, 8 eran de orientación progresista.
«Pero luego, sobre todo a partir de 2014, cuando cambia el ciclo económico internacional, comenzamos a enfrentar condiciones externas tremendamente serias».
En ese marco, ponderó la victoria del binomio oficialista que frena el argumento de la derecha sobre un supuesto fin del ciclo progresista en la región, bajo el uso del concepto de cambio. En ese sentido se cuestionó «¿qué es el cambio?», y citó lo que sucede en Argentina, donde se producen protestas populares por las medidas adoptadas.
El Jefe de Estado señaló las flagrantes contradicciones de los sectores de oposición de Ecuador durante todo el proceso electoral, al recordar que en la primera vuelta la derecha presionaba al Consejo Nacional Electoral (CNE) por los resultados; pero en la segunda vuelta, cuando alrededor de las 20:30 del domingo 2 de abril, el organismo electoral dio a conocer los resultados oficiales del conteo rápido que favorecían a Moreno, la emisión inmediata de resultados eran evidencia de un supuesto fraude.
Cuestionó el rol de algunos medios de comunicación privados en esta lid electoral con un evidente apego a la candidatura de la oposición.
En este tema, Correa deploró la «inmoral» autocensura que la mayoría de medios de comunicación privados se impusieron para no difundir la investigación revelada por Página 12 sobre la presencia de empresas offshore, cuya propiedad presumiblemente es del excandidato de oposición Guillermo Lasso.
Este hecho, agregó, contrasta con la noticia publicada en una columna de “chismes” del diario La Estrella, de Panamá, donde se señaló la implicación del vicepresidente de la República, Jorge Glas, en supuestos actos irregulares, cuyo tema recibió amplia difusión en la prensa funcional a la oposición ecuatoriana. Sobre los desafíos que tendrá que enfrentar el presidente electo, Lenín Moreno, dijo que son «muchos».
«Hemos logrado cambiar el país. Pero todavía sigue vivo el viejo país. Por supuesto, yo no voy a desmerecer jamás ese 49 por ciento que no votó por nosotros, ahí hay muchísima gente buena que tal vez se dejó llevar por el mensaje del cambio, por probar otra cosa o porque no les caigo bien.
Todo mi respeto. Pero es un núcleo duro esa oligarquía que nos desprecia. Que habla español cuando piensa en inglés. Históricamente han dominado este país y han excluido a las grandes mayorías. Cuando hay dinero, producto del progreso técnico, normalmente es rentista, es para ellos: para sus clubes de lujo, colegios de lujo, sus barrios de lujo.
Cuando dicen ‘ay, mi familia’, es su familia. No la del resto. Cuando hablan de libertad es ‘su libertad’. Qué libertad tenía el obrero al que explotaban con la tercerización.
Cuando hablan de derechos son sus derechos. Hay que entender a esta oligarquía. Este mismo país todavía subsiste. Es un desafío». En ese sentido, Correa dijo que hay que continuar desde la educación.
«Transformar este país para que entiendan que todos somos iguales, que tenemos los mismos derechos que no puede haber una sociedad de privilegiados y la inmensa mayoría excluida. Falta mucho por hacer, pero nunca se hizo tanto».
El Presidente reiteró que el próximo 24 de mayo se retirará de la política y recuperará el tiempo con su familia en Bélgica, aunque no descartó un regreso al escenario político en caso de que se afecten las conquistas logradas en la última década.