Según The Washington Post, el mismo tribunal tiene hasta octubre para analizar detalladamente los amplios poderes del presidente republicano en asuntos de inmigración, tomando en cuenta dos puntos fundamentales: la seguridad nacional y la discriminación religiosa.
El decreto, cuyos efectos fueron bloqueados por cortes de apelaciones, pone un freno temporario al ingreso de viajeros de seis países (Irán, Libia, Somalia, Sudán, Siria y Yemen) —de mayoría musulmana— y una prohibición de ingreso de 120 días a todos los refugiados de estas naciones. Ante esto, la decisión de la Corte enfatizó en que la restricción al ingreso a Estados Unidos podrá ser aplicada a individuos “que no poseen ninguna relación de buena fe con personas o entidades en EE.UU.”.
Con esta lógica, el tribunal señaló que las personas que poseen “lazos familiares” —parientes radicados en EE.UU.—, así como los estudiantes —de Libia, Irán, Somalia, Sudán, Siria y Yemen— que fueron admitidos en una universidad estadounidense no podrían ser afectados por los decretos presidenciales. El tribunal acotó que escuchará estos casos cuando vuelva a reunirse en octubre. Pero también indicó en el fallo que las cosas podrían cambiar dramáticamente para entonces.
Pidió a las partes que le hagan un seguimiento hasta el momento de cada caso; la prohibición se supone que es temporal, mientras que el gobierno revisa los procedimientos de investigación. Los jueces dijeron que “esperan plenamente” que el gobierno pueda realizar su revisión dentro de 90 días que propone la orden ejecutiva.
Fuente: El Telégrafo