El departamento de Criminalística de la Policía se fortaleció en Quito. Ante las secuelas que puede dejar el coronavirus, este cuerpo especializado se organizó con 45 agentes, que están distribuidos en equipos de tres personas.
Durante la emergencia sanitaria, ellos se encargarán de levantar los cadáveres relacionados con el covid-19. Antes de que llegara la pandemia, solo seis peritos estaban a cargo de ejecutar los procedimientos forenses.
Fausto Salinas, comandante de la Policía de Quito, dice que aumentaron el personal para no verse desbordados en caso de un incremento en el número de muertes provocadas por el coronavirus.
El jefe de Criminalística de Pichincha, Carlos Perugachi, habló con este El Diario El Comercio y advierte que con el actual equipo se pueden atender hasta 90 defunciones diarias.
Según la planificación establecida, en caso de tener un escenario más complejo se llamará a policías que operan en otras ciudades e incluso a militares que en estos días han sido capacitados para el manejo de cadáveres.
Los policías aseguran que sus tareas no son improvisadas. Constan en un protocolo propuesto por el Comité de Operaciones de Emergencia (COE) Metropolitano.
En ese documento, de 61 páginas, se estableció paso por paso el accionar de los equipos. En esta tarea también participan funcionarios de la Empresa de Gestión de Residuos Sólidos (Emgirs) y médicos del Ministerio de Salud.
De hecho, la puesta en práctica de los lineamientos de este documento se evidenció el martes pasado, cuando se atendió la muerte de una mujer en la vía pública, en el sector de El Blanqueado, en el sur quiteño.
El procedimiento duró 1 hora y 20 minutos. Ese tiempo es el máximo establecido en los parámetros del protocolo. El documento dicta que en estos casos no habrá autopsias ni velación. Los restos serán cremados o enterrados.
Los equipos a cargo del manejo y disposición de cadáveres tuvieron dos simulacros el miércoles de la semana anterior. En uno se simuló el fallecimiento de una persona en la vía pública y en el otro se actuó dentro de una casa.
Los ejercicios permitieron hacer cambios en el documento y ajustarlo. Otra de las medidas tomadas por la Policía de Quito fue integrar a miembros de Inteligencia para que analizaran previamente los sitios a los que acuden para levantar los restos.
Esto posibilitará, por ejemplo, saber si hay accesos para camillas, si existen o no ascensores, si hay facilidades para que se muevan las ambulancias, entre otros.
El comandante Salinas señala que además es importante que no exista confusión en cuanto a las direcciones a las que deben acudir los especialistas. La idea es utilizar los recursos necesarios.
El Plan del COE Metropolitano se extendió a otras ciudades de Pichincha; los cantones Mejía, Cayambe, Puerto Quito, Pedro Vicente Maldonado, Rumiñahui y San Miguel de los Bancos acogieron el protocolo para usarlo en conjunto.
El delegado de Quito al COE provincial, René Bedón, señaló que lo hicieron por la cercanía de las ciudades y la movilidad que existe entre los habitantes.
La Empresa de Gestión de Residuos Sólidos trabaja actualmente con 16 personas para atender las emergencias y cuenta con dos vehículos isotérmicos con capacidad para 12 cuerpos cada uno.
Al igual que la Policía, su trabajo se rige al protocolo. La próxima semana se incorporarán otros tres vehículos más pequeños, pero que pueden entrar a sectores de difícil acceso, como los barrios que quedan en las partes altas.
Se prevé que los próximos días también comience a operar el centro de mando unificado en el parque Bicentenario con funcionarios de Emgirs, Registro Civil, Salud y Policía para mejorar los tiempos de respuesta.
Fuente: El Comercio-Nota Original: LINK