El 1 diciembre de 1999 la capital azuaya obtuvo esta distinción debido a su riqueza arquitectónica, diversidad cultural, arqueológica, sus producciones artísticas y literarias, que la convierten como en una de las urbes más importantes del país.
Con el objetivo de fomentar la conservación del patrimonio de esta ciudad el Gobierno Nacional, a través del Ministerio de Cultura y Patrimonio, ha impulsado la restauración de varios bienes, como: la Antigua Escuela Central, además de la recuperación de las cúpulas de la Catedral de la Inmaculada Concepción y la reapetura de la calle Santa Anta, uno de los pocos trazados patrimoniales originales, que mantiene la ciudad.
Este último proyecto, de acuerdo a un comunicado del Ministerio de Cultura y Patrimonio del Ecuador, registra un avance del 75 %.