El Barranco del río Tomebamba, situado en Cuenca, se ha convertido en inspiración de poetas, músicos, fotógrafos, enamorados y turistas que llegan de distintas partes del mundo. Sus dos kilómetros, que va desde el puente de El Vado (Universidad de Cuenca), hasta la avenida Huayna Cápac, divide la Cuenca antigua de la moderna.
“Llegar a esta ciudad y no visitar este sitio, no me parece correcto”, señaló la turista Rebeca Quinteros, que viajó desde Colombia a visitar a su familia y de paso se “enamoró” de este lugar. El resonar del río Tomebamba, cuando sus aguas están mansas y que alimentan los frondosos árboles de sus orillas, se convierte en un remanso de tranquilidad para quienes visitan este sector.
A un costado del Barranco está la arquitectura colonial de sus casas, algunas de ilustres artistas, poetas, políticos y ciudadanos caracterizados por su hospitalidad. El Barranco está situado al frente de la Avenida 12 de Abril. Este sector de la ciudad brinda un ambiente de relajación, pues los que hasta allí llegan aprovechan los espacios verdes, como si fuera una terraza natural. Esto favorece a la lectura, a los ejercicios de yoga, actividades artísticas, entre otras.
“Es muy bonito caminar por aquí, porque hay más tranquilidad”, menciona Carmen Granda, adulta mayor que frecuenta el sector del Puente Roto, en busca de un momento de ocio, recomendado por su médico.