Las prisas hacen que no nos fijemos en la cantidad de azúcar añadido que estamos sumando gratuitamente a la dieta y que pone la salud. No se trata solo de caries y obesidad, sino de las enfermedades derivadas que según la comunidad científica van a provocar la primera generación de jóvenes con una esperanza de vida menor que sus padres por los malos hábitos alimentarios.
¿De qué manera afecta el consumo excesivo de azúcar en el organismo?
Todo empieza con los cereales industriales, galletas del desayuno y el sánduche con jugo envasado que metemos en la mochila para el recreo de los niños. Se suma a una botella de gaseosa, batidos, pizza, salchichas, hamburguesas y sus salsas, conservas o cualquier otro producto procesado que nos permite solucionar rápido una cena.