En dos meses, cerca de dos mil menores de edad fueron separados de sus padres, al llegar a la frontera entre México y Estados Unidos. La razón: la política Tolerancia Cero, que establece la llegada a territorio estadounidense sin permiso, como un delito menor.
Ante el reclamo de las autoridades locales e internacionales, el jefe de la Casa Blanca, Donald Trump, firmó un decreto para no separar a las familias detenidas.
El Presidente dio un paso atrás, pues hasta su esposa salió en defensa de las familias, como analiza el internacionalista Alex Galvez.
Además, existe la preocupación por el futuro de los grupos familiares que ya fueron divididos, agrega Galvez.
Lourdes fue deportada a Guatemala, mientras su hijo de seis años permanece en Nueva York, Estados Unidos.
Esta dura medida sería una forma de presionar al Congreso de Washington para que se creen leyes y se financie el muro, explica el analista Juan Martín Galvez.
Ahora, se esperan las acciones del Ejecutivo para que los niños y sus padres puedan estar juntos nuevamente.