Dos trabajadores de la ONG Save the Children permanecen desaparecidos tras un ataque en una aldea del Estado de Kayah, en el este de Myanmar (antigua Birmania), que ha causado más de 30 muertos, incluyendo a niños y mujeres. La organización ha anunciado en un comunicado publicado este sábado que suspenderá de manera temporal el trabajo en esta zona y parte de las regiones cercanas de Karen y Magway. Los trabajadores estaban volviendo a sus casas para las vacaciones tras una misión humanitaria en una aldea cercana, cuando se vieron involucrados en los disturbios. Save the Children alega que su vehículo fue quemado.
Los cuerpos carbonizados de 38 personas fueron hallados el sábado en un ataque que la oposición ha atribuido a la junta militar, en respuesta a la resistencia armada que existe en la región, donde se asienta el pueblo karenni. Las víctimas han sido encontradas dentro de una decena de vehículos completamente destruidos en las inmediaciones del pueblo de Moso, según ha contado uno de los líderes de la resistencia armada de la región, la Fuerza de Defensa de las Nacionalidades Karenni (KNDF, en sus siglas más utilizadas en lengua inglesa), recoge el portal de información Myanmar Now. Algunos de los restos encontrados hacen sospechar que las víctimas eran lugareños de la zona que estaban huyendo de las tropas de la junta militar, las cuales reforzaron su presencia en la región el viernes.
El Estado de Kayah fue una de las primeras regiones del país en alzarse contra la junta militar responsable del golpe de Estado del pasado 1 de febrero, anulando así los resultados de las elecciones generales de noviembre de 2020, en las que salió vencedor el partido de la antigua líder de facto Aung San Suu Kyi, la Liga Nacional para la Democracia (NLD, por sus siglas en inglés). Al menos 1.375 personas han muerto y más de 8.000 han sido encarceladas en la represión de las protestas contra el golpe, según la opositora Asociación de Asistencia para Prisioneros Políticos.
Unos cien soldados del Ejército birmano hicieron acto de presencia en la región el viernes, desde el municipio de Demoso hacia Hpruso, donde mantuvieron un enfrentamiento con fuerzas de las KNDF, que sufrió al menos cuatro bajas. La junta militar no ha ofrecido su versión oficial de los hechos, pero algunos medios de comunicación estatales, como el diario Myanmar Alin han señalado que los combates tuvieron lugar el viernes después de que el brazo armado del Partido Nacional Progresista Karenni y otros opositores a los militares se negaran a detener sus vehículos durante un control rutinario del Ejército.
“Estamos horrorizados por la violencia llevada a cabo contra civiles inocentes y nuestro personal, que son trabajadores humanitarios dedicados que ayudan a millones de niños necesitados en todo Myanmar”, ha comentado Inger Ashing, la directora ejecutiva de Save the Children, una organización presente en el país desde 1995. “Las investigaciones sobre la naturaleza del incidente continúan, pero no se pueden tolerar los ataques contra los trabajadores humanitarios”.
Fuente: El País – Nota Original: LINK