Celebrar el Día Mundial de la Salud tiene una experiencia diferente en Ecuador, donde la salud ha sido uno de los pilares fundamentales de la gestión de un gobierno que en diez años y con una inversión de 16.000 millones de dólares logró transformar el sistema de salud público hasta convertirla en un derecho y ubicarlo como un ejemplo para la región.

ANDES

En marzo de 2007, el presidente Rafael Correa decretó la emergencia del sistema de salud pública, cuyo objetivo en ese entonces era recuperar los establecimientos existentes. “A más de este país destruido, la salud es de las cosas más destruidas, y no lo vamos a tolerar. Por eso estamos declarando en emergencia al sector para atender la situación actual, y luego ir avanzando en los planes y programas”, señaló en esa época el mandatario.

Una de las primeras disposiciones de la declaratoria contemplaba la aprobación de 4.500 nuevas partidas para que los médicos atiendan consulta externa en dos turnos, con lo que se evitaba que la ciudadanía acuda a las 05:00 para asegurarse la atención.

Con la aprobación de la Constitución de 2008 se garantizó que el presupuesto de Salud y Educación se incremente anualmente en un 0,5% del Producto Interno Bruto (PIB), lo que se aseguraba en el tiempo el derecho a recibir servicios gratuitos.

Desde ese entonces, el sistema sanitario ecuatoriano comenzó a experimentar un cambio con la construcción de nuevas casas de salud, centros médicos, repotenciación de hospitales, incremento de la planta de médicos, especialistas y otros trabajadores de la salud que garanticen una atención las 24 horas del día.

El programa gubernamental de rescate de la salud priorizó las áreas urbanas y rurales que permanecieron durante décadas olvidadas por los gobiernos pasados que no construyeron ni un solo hospital público en los últimos 40 años en ciudades como Quito y Guayaquil, las más pobladas del país.

En contraste con esos periodos, en la última década se entregaron 55 nuevos hospitales (entre nuevos y repotenciados) y otros 33 se encuentran en proceso de ejecución.

Uno de los hospitales recientemente inaugurados es el del Guasmo, ubicado en el populoso barrio del mismo nombre en el sur de Guayaquil. Esta casa de salud, con capacidad para 400 camas se convierte en una de las más grandes de Ecuador, proyectado para beneficiar a una población de 3 millones de habitantes de la provincia costera del Guayas. Con la apertura del hospital en el sector Monte Sinaí y otro que construye el Seguro Social en el barrio Los Ceibos, prácticamente Guayaquil superará los estándares de la Organización Mundial de la Salud de 2 camas por cada mil habitantes.

Pero además de hospitales, el gobierno ha entregado 61 centros de salud, que cuentan con recurso humano y equipamiento que los ubican en la categoría de hospitales básicos y están en construcción 34 nuevos centros en todas las regiones.

La contratación de profesionales fue otro puntal para el mejoramiento de la atención. Desde 2008  se incorporaron 34.000 médicos, entre ellos médicos de distintas partes del mundo especializados en atención familiar en zonas rurales.

Esto va acompañado de un programa de capacitación del talento humano. Son más de 3.700 becas que ha entregado el gobierno en el marco del plan de especialización, en el que unos 400 profesionales se forman en medicina familiar.

Con los cambios implementados, la ciudadanía ha recobrado la confianza en el sistema público. En 2006 se registraron 16 millones de atenciones a 43 millones de consultas en 2016, mientras que el esquema de vacunación pasó de 11 a 20 inoculaciones gratuitas, con una inversión de unos 60 millones de dólares.

«Se recuperaron hospitales que fueron abandonados durante décadas; existían comunidades enteras que no disponían de centros de salud ni de hospitales dignos», indicó Verónica Espinosa, ministra de Salud.  «Son cambios que muestran un avance es histórico, en pocos países se ha invertido tanto como en Ecuador», anotó.

Sin la inversión todo este esquema de salud no habría sido posible; sin embargo políticos de oposición han mantenido permanentemente, con apoyo de ciertos medios de comunicación privados, un discurso de críticas a la política de inversión social del gobierno del presidente Correa.

“No hay mejor ahorro que una buena inversión”. Con esta frase ha respondido el jefe de Estado a los cuestionamientos de sus detractores que pretenden hacer olvidar el estado calamitoso en el que estaban todas las instituciones del país antes de su gobierno.

Producto del programa de recuperación del sistema de salud, 40 hospitales del Ministerio de Salud Pública han pasado el proceso de evaluación e implementación de mejoras en la calidad de atención de servicios de salud con estándares internacionales, acreditado por la firma canadiense Accreditation Canada International (ACI).

La Organización Panamericana de la Salud (OPS) reconoció en 2016 “el buen trabajo realizado en políticas de Salud Pública”.  Carissa Etienne, en varias oportunidades ha destacado que uno de los aspectos más importantes en la política pública es el aumento de los fondos que se destinan a proyectos de Salud y la regulación para prevenir enfermedades crónicas no transmisibles.

“Son un ejemplo en la región, uno de sus grandes logros es el etiquetado de alimentos y la ratificación del Protocolo para el control del comercio ilícito de productos del tabaco y las políticas públicas para el control del consumo y la venta de alcohol”, señaló.