El Canciller de la República, Guillaume Long, calificó este miércoles como flagrante subversión de la democracia en Brasil por la destitución de Dilma Rousseff com o Presidente y añadió que Ecuador lo considera como un golpe de Estado solapado.

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Long señaló, además, que no se demostró que Rousseff haya cometido delitos de responsabilidad, y calificó al juicio político como una práctica que constituye un grave riesgo en la consolidación de la democracia de América Latina.

«Toda nuestra solidaridad con la compañera Dilma Rousseff. Ante estos hechos, Ecuador ha decidido llamar a consultas al encargado de negocios, jefe de misión diplomática en Brasil», comentó el funcionario en rueda de prensa.

Asimismo, dijo que desde el Gobierno Nacional aspiran que los países de la Unasur, de forma soberana, tengan alguna reacción frente a los atropellos acontecidos en Brasil y que analizarán en conjunto cualquier medida que se tome como región.

«Ecuador manifiesta el rechazo absoluto a lo acontecido en Brasil», añadió el Canciller.

Previo a la rueda de prensa, la Cancillería calificó de espurio el procedimiento de destitución llevado adelante en instancia legislativa, que culminó con la decisión de este día, y que no cumplió con el requisito fundamental de probar que la mandataria haya cometido delitos de responsabilidad.

«El Gobierno del Ecuador no puede soslayar el hecho de que un número importante de los decisores en el proceso de juicio político a la Presidenta están siendo investigados por graves actos de corrupción», detalló la entidad, que acotó que el Gobierno del Ecuador ha decidido llamar a consultas al encargado de negocios ante la República Federativa de Brasil.

«Estos lamentables sucesos, inaceptables en pleno siglo XXI, suponen un serio riesgo para la estabilidad de nuestra región y constituyen un grave retroceso en la consolidación de la democracia, que tanto esfuerzo y sacrificio ha significado para nuestros pueblos», finalizó.