Anna Ivanova, líder de la misión que visitó Ecuador durante las últimas semanas, informó ayer en un comunicado que su equipo y las autoridades ecuatorianas “llegaron a un entendimiento a nivel técnico sobre la primera revisión del programa económico en el marco del Servicio Ampliado (SAF)”.
Este es un antecedente para que el directorio ejecutivo de FMI apruebe en junio el siguiente desembolso de USD 250,57 millones. Ivanova indicó que el país “ha logrado un progreso considerable en la implementación de su programa, el cual está alineado con el Plan de Prosperidad , que busca impulsar la competitividad y la creación de empleo, alcanzar la prosperidad de todos los ecuatorianos, proteger a los más vulnerables, fortalecer las bases institucionales de la dolarización, y fortalecer la lucha contra la corrupción.
La implementación firme del programa ayudará a Ecuador a prepararse mejor para enfrentar los choques externos, como una posible caída en los precios del petróleo, el endurecimiento de las condiciones de financiamiento externo, un crecimiento mundial más débil y los efectos derivados de la crisis en Venezuela”. Adicionalmente, se informó que las autoridades están comprometidas en fortalecer las bases institucionales del Banco Central de Ecuador (BCE).
Esta reforma ayudará a alinear los objetivos y funciones del BCE con las mejores prácticas internacionales, fortalecer su autonomía e introducir una sólida función de auditoría interna y externa en el Central. También fortalecerá las reservas internacionales. Como ya lo anticipó el ministro de Economía y Finanzas, Richard Martínez, para 2019 se espera un gasto adicional de $ 400 millones a favor de los grupos vulnerables como ancianos, jóvenes y personas con discapacidades.
El FMI también destacó los esfuerzos del Ecuador para mejorar el Registro Social para en el mediano plazo cerrar las brechas restantes en la cobertura de la red de asistencia social. El financiamiento acordado entre Ecuador y el organismo hasta 2021 es de USD 4.200 millones con revisiones periódicas.
Fuente: El Telégrafo – Nota Original: LINK
