La carrera por ser los primeros en adquirir una vacuna o elaborarla sigue su marcha. China, Estados Unidos, Reino Unido y Rusia han tomado la delantera y ya registran grandes avances en sus iniciativas. A nivel de la región son varias las gestiones que se realizan a nivel diplomático, una de las más sonadas es entre AstraZeneca y los países de Argentina y México.

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Crédito: El Telégrafo.

Mediante un acuerdo entre el laboratorio y los países se estableció que Argentina se encargará de producir sustancia activa, mientra que México la envasará y distribuirá.

«El laboratorio AstraZeneca ha firmado un acuerdo con la Fundación Slim para producir entre 150 y 250 millones de vacunas destinadas a toda Latinoamérica con excepción de Brasil, que van a estar disponibles para el primer semestre de 2021 y se va a distribuir equitativamente entre los países a solicitud de los gobiernos», indicó a mediados de agosto el presidente argentino Alberto Fernández.

En el caso de Ecuador, el ministro de Salud, Juan Carlos Zevallos, aseguró el domingo que Ecuador también está en la capacidad de fabricar las vacunas contra la COVID-19, sin embargo, un día después aclaró que de lo que se tiene capacidad es de reproducirla y distribuirla.

En una entrevista radial el último miércoles, el viceministro de Salud, Xavier Solórzano, explicó que Ecuador apunta a sumarse en la iniciativa de producción de la vacuna y señaló que se cuenta con una tradición de elaboración de estas citando lo que realizaba el desaparecido Instituto Leopoldo Izquieta Pérez y que se tiene personal y los equipos para la producción de vacunas que se encuentran en laboratorio, estos no están en funcionamiento actualmente.

«Lo que se pretendería es recuperar la capacidad que el país tuvo años atrás y que lamentablemente se dejó de lado. Sin embargo, todo va a depender del tipo de tecnología que se utilice en la vacuna. No estamos pensando que nosotros vamos a desarrollar una vacuna sino que podríamos hacer lo mismo que están haciendo Argentina, Brasil, México para recibir la transferencia tecnológica de AstraZeneca o cualquier otro laboratorio que esté desarrollando la vacuna una vez que se haya probado su seguridad y su eficacia empieza la fase de producción», dijo en Radio Sucesos.

El objetivo de Ecuador sería contribuir en reducir el tiempo de acceso a la inmunización a la población de la región para entrar como grupo de apoyo.

«De ser posible, es posible, porque tenemos tanto el talento humano como parte de la infraestructura, evidentemente habrá que actualizar parte de ese equipamiento; la infraestructura física existe, eso no sería un problema. Y en el tema de capital evidentemente habría que llegar a acuerdos para poder tener una inyección de capital también del fabricante principal con esa transferencia tecnológica que nos permitía llegar a eso», manifestó Solórzano.

Especialistas en el ámbito farmacéuticos consultados por El Universo explicaron que por ahora el país no contaría con la capacidad de reproducción y distribución de la vacuna del COVID-19.

Nota Original: El Universo – LINK