En declaraciones a la prensa en el aeropuerto en Quito, Correa calificó este acontecimiento como un «hecho histórico y motivo de alegría para Ecuador, Colombia, la patria grande y el mundo entero».
Recordó que de esta manera se está poniendo fin a una guerra que ha durado 52 años, después de 4 años de negociaciones mantenidas en Cuba.
«Esto nos debe alegrar a todos, es la mejor noticia de las últimas décadas para América Latina. El presidente (Juan Manuel) Santos, Colombia, saben que cuentan con nuestro total, irrestricto, absoluto e incondicional apoyo en este sentido, lograr ese bien supremo que es la paz», apuntó.
El mandatario explicó que la Celac, en 2014, declaró a la patria grande como zona de paz. Dijo que un paso definitivo para alcanzar este objetivo, en el sentido de ausencia de guerras, es la firma de este acuerdo en Cartagena. Sin embargo, añadió que aún queda un largo camino para alcanzar la paz entendida como justicia, equidad y buen vivir para todos.
Además, Correa explicó que Ecuador ha venido preparándose desde hace varios meses en coordinación con Colombia para las implicaciones post conflicto. «Por supuesto, la firma de la paz puede generar otra clase de problemas», indicó al recalcar que se estima que en estos procesos cerca de un 30% de aquellas personas alzadas en armas no dejan las armas, «sino que se dedican en forma desorganizada creando grupos a actividades delincuenciales».
No obstante, aclaró el gobernante, el costo de la guerra siempre será mayor. «Tenemos una frontera que nos cuesta cerca de $120 millones cuidarla anualmente, cuando tener una frontera en paz sería el 80% menos de lo que requeriríamos. Pero la paz nos podría generar nuevas clases de problemas y nos estamos preparando en conjunto con Colombia para enfrentar ese escenario».
El acuerdo estará suscrito por el presidente colombiano y por Timoleón Jiménez, líder de las FARC.