Estudiante de doctorado en la Universidad Estatal de Ohio (EE.UU.), Gualapuro aprovechó su origen indígena para generar propuestas desde el conocimiento interno de la lengua. «Yo soy ecuatoriano, pero soy nativo de Otavalo, hablo quichua y esa es mi primera identidad, después cualquier otra», apostilló Gualapuro, quien busca que el quichua adquiera fuerza internacional a partir del diccionario.
Con el lanzamiento de la obra, el autor espera también empoderar a la población indígena y que sienta que su idioma tiene «un estatus igual al de otras lenguas del mundo». Explicó que «la realidad de la ciudad no es la realidad del campo«, donde no llegan las redes.
El «Kichwa English Shimiyuk Kamu Dictionary», de 278 páginas, busca posicionar al quichua y promover la investigación de estudios lingüísticos y filológicos de las comunidades indígenas de Ecuador, aseguró el autor. «Esperamos que la comunidad quichua se sienta empoderada porque es nuestra lengua», afirmó.
Su diccionario está escrito en quichua unificado, sugerido por la «Academia de la Lengua Kichwa (ALKI)» en 2008, pero la pronunciación detallada entre corchetes es aquella que se habla en la provincia de Imbabura, de la que el autor procede.
EL QUICHUA DEPENDÍA HASTA AHORA DEL ESPAÑOL
Uno de los objetivos de este diccionario es «romper completamente» la dependencia del quichua, que debía pasar hasta ahora obligatoriamente por el español para abrirse al mundo, según el autor.
«El quichua, como lengua, tiene el mismo estatus que el inglés, el francés o el alemán…», enfatizó el lingüista, para quien cualquier quichuahablante debería tener la oportunidad de aprender otra lengua «sin necesidad de pedir permiso» al español.
Fuente: EFE – Nota Original: LINK