La reunión bilateral entre los presidentes de Cuba, Raúl Castro, y de EE.UU., Barack Obama, comenzó este lunes 21 de marzo en el Palacio de la Revolución de La Habana, sede del Gobierno de la isla. Este fue el tercer encuentro entre ambos mandatarios desde que se anunció la reconciliación entre los dos países, después de sus encuentros en la Cumbre de las Américas en Panamá, en abril de 2015, y en la Asamblea General de la ONU en Nueva York, en septiembre. No obstante, esta es la primera reunión que se realiza en suelo cubano.
Durante su intervención, Obama afirmó que «el destino de Cuba no debe ser decidido por EE.UU. o ningún otro país», aunque advirtió que su país seguirá reclamando el derecho del pueblo cubano a decidir su destino. Tras una reunión que duró más de dos horas con su homólogo cubano, Raúl Castro, el presidente de EE.UU. advirtió que su país seguirá presionando en favor de la democracia en Cuba y del respeto de derechos como la libertad de expresión, de asamblea y de culto religioso.
«Después de cinco décadas de relación difícil, Cuba y Estados Unidos tenemos todavía serias diferencias, como sucede con el tema de los derechos humanos y la democracia, asuntos sobre los que hemos mantenido conversaciones muy francas y sinceras», expresó Obama.
Por su parte, Raúl Catro Castro destacó las recientes medidas del gobierno de Obama para relajar los controles hacia Cuba, a las que calificó de positivas pero insuficientes. Por ello, pidió de nuevo a Estados Unidos que devuelva a Cuba la base naval ubicada en la Bahía de Guantánamo.
Castro reiteró que el acercamiento entre los dos países sólo avanzará si Estados Unidos levanta el embargo a la isla y devuelve el territorio que ocupa una base naval en la bahía de Guantánamo.
Más tarde, durante un un foro con empresarios y «cuentapropistas», Obama elogió el «espíritu» de esos emprendedores y destacó que Estados Unidos «está listo» para ayudarles a «tener éxito». «La conclusión es que creemos en el pueblo cubano», acotó el mandatario. A juicio de Obama, cumplir las «aspiraciones» del pueblo cubano dependerá de consolidar al sector privado en paralelo a la acción del Gobierno, una tarea que «no es fácil», según admitió.
El emprendimiento «crece con fuerza» cuando hay un entorno en el que «todo el mundo tiene la oportunidad de triunfar», destacó Obama.
Asimismo, el presidente estadounidense anotó que algunas de las medidas tomadas dentro del proceso de normalización con Cuba, como la relajación de algunas restricciones de viaje y la autorización del uso del dólar en la isla, van a beneficiar directamente a los «cuentapropistas».