Un reciente estudio realizado por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) reveló que a escala mundial más de uno de cada tres estudiantes (58%) de entre 13 y 15 años experimenta acoso por parte de sus pares. Una proporción similar participa en peleas físicas. A estos datos se suma que tres de cada 10 alumnos de 39 países industrializados admitieron que acosan a sus compañeros. Además, cerca de 720 millones de niños en edad de asistir a la escuela viven en países en los que el castigo corporal no está totalmente prohibido en su establecimiento educativo.
Si bien las niñas y los niños corren el mismo riesgo de padecer acoso, ellas tienen más probabilidades de ser víctimas de hostigamiento psicológico y ellos de ser víctimas de violencia física y enfrentar amenazas. El informe internacional destaca que la violencia que se ejerce en las escuelas con armas como cuchillos y pistolas sigue saldándose con vidas. Además, señala que en un mundo cada vez más digital, los acosadores difunden contenido violento, hiriente y humillador con tan solo pulsar un botón. En el caso de Ecuador, el informe “Una mirada en profundidad al acoso escolar en el Ecuador.
Violencia entre pares en el sistema educativo” revela un incremento en la práctica del acoso escolar, así como la intensificación de las consecuencias, sobre todo por la aparición del ciberacoso o ciberbullying que, según el estudio, amplía el acoso escolar y lo lleva fuera del espacio físico del centro educativo, con lo que adquiere “una dimensión distinta en términos de alcance y potencial de daño”.