Entre el 17 y el 24 de enero pasado se realizaron dos simulacros nacionales para observar su funcionamiento, en el marco de las elecciones nacionales que se efectuarán mañana 7 de febrero, para elegir presidente y vicepresidente de la República, asambleístas y parlamentarios andinos.
En un hotel de Quito se instalará el centro de mando desde donde se observará en vivo la transmisión de resultados a través del Sistema Informático de Escrutinio y Resultados (SIER).
El vicepresidente del Consejo, Enrique Pita, garantizó su funcionamiento y estima que los resultados oficiales del escrutinio que vayan arrojando las juntas receptoras del voto (JRV) podrán conocerse a partir de las 19:00.
Y a la medianoche se podría tener entre el 65% y 70% de la votación nacional. «El sistema está listo para soportar la carga de información», enfatizó Pita.
Pero este sistema estará vigente para esta primera vuelta en la que se elegirán las tres dignidades; y, de ser el caso, para la segunda vuelta, para definir al presidente de la República, que está prevista para el 11 de abril.
Christian Cerda, coordinador de Seguridad Informática y Proyectos Tecnológicos del CNE, explicó que la estructura informática asegurará la transmisión de resultados para la primera vuelta electoral de mañana y, de ser el caso, una segunda vuelta.
Sin embargo, para el próximo proceso electoral que se lleve a cabo —que serán las seccionales en el 2023— el sistema deberá ser renovado obligatoriamente. Y no es una recomendación sino “una necesidad”, expresó el funcionario.
Para ejemplificar, comparó el sistema con un vehículo que sale de una mecánica de una revisión. Está calibrado y listo para funcionar, pero en el futuro dirán: “Ya no te puedo ayudar”.
“Los servidores están llegando al término de su vida útil. La fábrica está dando al CNE el soporte hasta finales de año, y en estos últimos meses hemos trabajado para que esté bien. Estará vigente para estas elecciones, porque estamos aplicando un soporte. Pero para el futuro, el fabricante ya no nos lo podrá dar”, detalló.
Los servidores son como «supercomputadoras» hechas para no apagarse nunca, pues están encendidas durante los 365 días del año y están “llegando a su vida útil”.
En los dos simulacros se lo sometió a pruebas de carga y estrés, ingresando 60.000 actas de escrutinio de las 160.000 que saldrán de las juntas receptoras del voto, y “se portó bien y las comunicaciones funcionaron”, añadió Cerda.
Para conocer su resistencia se contrató a una empresa especializada que puso en los exteriores del CNE robots que hicieron entre 3.000 y 5.000 peticiones para ver su portal web y congestionarlo.
Detectaron los problemas y los fueron subsanando. Los resultados fueron “satisfactorios”, añadió el técnico.
Renovar el área informática institucional fue un proyecto que estaba en análisis a inicios de la organización de estos comicios, pero la crisis económica a la que se sumó la pandemia del COVID-19 no permitió dar ese paso.
La presidenta del CNE, Diana Atamaint, aspiraba en el 2019 a solicitar al Ministerio de Finanzas un rubro de $ 170 millones para la organización de las elecciones, de los que $ 6 millones quería disponer para este objetivo. Finalmente, el Gobierno asignó solo $ 91 millones en noviembre pasado.
Por la falta de presupuesto y al acortarse los plazos, no se concretaron contratos para adquirir servidores, por ejemplo; y se hicieron reparaciones para sus áreas tecnológicas, que confluyen en el Sistema Informático de Escrutinio y Resultados (SIER).
Las falencias que enfrentaba el área informática tuvieron el seguimiento de una comisión técnica, integrada por delegados de los consejeros, que en un informe conocido por el pleno en enero pasado alertaba de riesgos que debían subsanarse.
Expusieron problemas en la adquisición de equipos, la renovación para obtener licencias de software para proteger de vulnerabilidades a la infraestructura tecnológica, entre otros, que según el CNE fueron atendiendo.
En este orden, y a pocas horas de que se realice la jornada electoral, aún no se ha informado cuáles serán los cinco miembros de la Comisión Técnica de Transparencia que evaluarán el funcionamiento del SIER.
Se invitó a las universidades públicas y privadas, colegios profesionales y organizaciones de desarrollo tecnológico a que inscriban a un profesional o docente sobre la materia.
Nota Original: El Universo – LINK