La organización del evento no estuvo exenta de controversia por la inestabilidad política de Brasil, la presencia del virus del Zika y los altos niveles de contaminación Bahía de Guanabara, uno de los escenarios deportivos.
Hubo un ambiente de estrés previo, todo se dio en medio de la grave crisis política que terminó con la destitución de la Presidenta Dilma Rousseff. Una airada protesta social rechazaba los negociados por los sobreprecios en la construcción del Complejo Olímpico y la vinculación de empresarios y políticos con el polémico caso Lava Jato donde resultó implicada la empresa de petróleos Petrobras y el ex Presidente Luis Ignacio Lula Da Silva
La ciudad maravillosa, como se la conoce a Río de Janeiro, tenía el reto de brindar seguridad a 7 millones de habitantes, 10 500 deportistas inscritos y a los 500 mil turistas que llegaron a presenciar las competencias deportivas.
Varias cosas le dieron un toque diferente e histórico a las Olimpiadas: Fueron el escenario para la despedida del hombre más rápido del mundo Usain Bolt el atleta jamaicano especialista en pruebas de velocidad que ostentaba once títulos mundiales y nueve olímpicos, y posee además los récords mundiales de los 100 y 200 m lisos, y la carrera de relevos 4×100 con el equipo jamaicano.
Se despidió también a otra gloria del deporte como Michael Fred Phelps el nadador estadounidense y el deportista olímpico más condecorado de todos los tiempos, con un total de 28 medallas
Otras particularidades marcaron a estas Olimpiadas. La irrupción de la fabulosa gimnasta Simone Biles de Estados Unidos, cuatro veces campeona nacional en la competencia general individual, y declarada campeona Olímpica de Río 2016 en la competencia general.
Tampoco se puede olvidar el llanto dorado como le denominaron los especialistas a las lágrimas de Neymar, convertido en el héroe de la selección de fútbol de ese país que no pudo lograr el campeonato en la Copa Mundial pero que reivindicó su nombre en las Olimpiadas.
Los Juegos terminaron con una amplia diferencia en el medallero que convirtió a estados Unidos en el país vencedor con 121 medallas , 46 de oro, 37 de plata y 38 de bronce seguidos por Gran Bretaña con 27 de oro, 23 de plata y 17 de bronce . Y en tercer lugar China con 26 de oro, 18 de plata y 19 de bronce.
La delegación ecuatoriana participó con 38 atletas y ninguno obtuvo medallas, al contrario la participación desató en el país una ola de críticas a la gestión deportiva gubernamental y al Comité Olímpico aunque para este organismo la participación fue satisfactoria porque cinco deportistas se ubicaron dentro de la lista de los 10 mejores del mundo y consiguieron diplomas olímpicos. Fue el caso de los boxeadores Carlos Quipo, Carlos Mina y las pesistas Neisi Dajomas y Alexandra Escobar. El resto de participantes, en cambio, o abandonaron las pruebas, o sufrieron percances, o fueron sistemáticamente descalificados, como fue el caso del marchista Andrès Chocho, quien no logró terminar ninguna de las competencias en las que participó. En 2020 el reto será en Tokio