El Ejecutivo prepara escenarios para atraer recursos nacionales y extranjeros. No es sencillo, afirman dos analistas. Las cifras del índice IED en los países de la región hablan por sí solas.

La Inversión Extranjera Directa (IED) impulsa el crecimiento de un país, que debe mirar otros horizontes y no solo centrarse en aquellos ingresos que el petróleo genera. La economía de un Estado es como la de una ‘gran casa’ donde la totalidad de los ingresos de padre y madre no se deben gastar a fin de mes. Ahorrar, buscar nuevas ganancias, y no dejar la despensa limpia, es fundamental.

Pero en un país que durante los últimos años centró su mirada solo hacia el precio del petróleo, la historia es otra. Qué debe hacer hoy Ecuador, cuando la esperanza de que el precio del crudo aumente se desvanece con el pasar de los meses y se llega a un cierre de año con enfriamiento en la economía, devaluación de las monedas extranjeras frente al dólar y el acecho de dos fenómenos naturales (el proceso eruptivo del Cotopaxi y la llegada del fenómeno de El Niño) cuyos pronósticos vaticinan que vendrán con fuerza.

¿Cuál es la realidad del índice IED ecuatoriano en relación a otros países de la región? La CEPAL ya anunció a inicios de año que este rubro registrará una caída. En mayo pasado dijo que «los flujos de IED hacia América Latina y el Caribe se redujeron 16 % en 2014. Este resultado revierte la tendencia de crecimiento observada en la última década, solo con caídas en 2006 y 2009. Y se estima un nueva baja para 2015».

Los datos del Banco Central, proporcionados por CORDES para este enfoque, indican que el sector de agricultura, silvicultura, caza y pesca, en el primer trimestre de 2013 recibió inversión directa de 11 082 504 dólares; en el mismo período del 2014, 3 623 167 dólares; y en el de 2015, 1 466 855 dólares. El comercio: 21 599 995 dólares, 8 304 512 dólares, y 81 853 614 dólares. Y la manufactura: 22 763 634 dólares, 34 574 970 dólares, y 42 300 181 dólares.

El total de la inversión que agrupa otras ramas de la actividad económica, a más de las mencionadas, fue durante el primer trimestre de 2013, 118 652 791 dólares; en el de 2014, 136 711 997 dólares; y en el de 2015, 170 634 516 dólares. Es decir que en el primer trimestre de 2015 la IED creció 25 % en comparación al mismo trimestre de 2014.

Los datos de la CEPAL, al comparar la IED que reciben los países de la región, teniendo en cuenta el tamaño de cada economía, refleja datos de 2013 y 2014. El reporte advierte que Chile, con una población similar a Ecuador, recibió casi diez veces más recursos, en relación al PIB. (Cuadro 1)

A América Latina y el Caribe en 2013 ingresaron 194 501,2 millones de dólares y en 2014, 159 311,3 millones de dólares. A la CAN, en el mismo período, 27 977,9 millones de dólares y 25 360,1 millones de dólares. Y al Mercosur, 85 440,7 millones de dólares y 73 099,7 millones de dólares.

En el boletín de CORDES opina un análisis sobre la inversión explica que en los primeros años de dolarización (2000 y 2006), la inversión total en el país creció a una tasa promedio anual de 9,7 % en términos reales.

Ese crecimiento estuvo liderado por el sector privado, cuya inversión aumentó cada año en 10,4 %. Además, el desempeño de este rubro en el sector público también fue positivo, con un crecimiento promedio anual de 7,1 %, durante los mismos años.

Durante la gestión del actual Gobierno, la inversión total creció a una tasa promedio anual del 8 %. Esa tasa, además de ser menor a la observada en el periodo anterior, responde a que la inversión pública aumentó un 21,9 % cada año, mientras que la inversión privada lo hizo apenas en el 1,5 %.

El Gobierno busca un salvavidas y ha planteado, a través del Ministerio Coordinador de la Producción, un proyecto de Ley para impulsar las alianzas público-privadas, con el objetivo de atraer la inversión nacional y extranjera para la implementación de obras públicas prioritarias.

La ministra del ramo, Nathalie Cely, ha anunciado que entre los incentivos que se analizan en este marco legal está una compensación (mensual o anticipada) del pago del Impuesto al Valor Agregado (IVA), la exoneración del pago del Impuesto a Salida de Divisas en créditos obtenidos por las empresas, la exención del pago del Impuesto a la Renta por 10 años, y cero aranceles.

Frente a este panorama qué opinan los analistas conocedores del tema. Alberto Acosta Burneo, editor de Análisis Semanal, explica que a pesar que la explotación de los recursos naturales es lo que más atrae inversión, en el Ecuador ese proceso no se dio. Es decir, no se aprovechó la coyuntura mundial de los altos costos del crudo y de los minerales.

Esto responde, a que si bien el Gobierno renegoció los contratos petroleros, «en estos nuevos contratos el Estado era el beneficiario de la totalidad de los buenos precios y las empresas recibían una tarifa fija. Con esto se eliminó los incentivos para la inversión».

Esto se reflejó en que la exploración de nuevos campos en el país fue reducida. Por tanto, la normativa en el caso del sector petrolero eliminó los incentivos para la inversión. Una alternativa hubiese sido compartir, por ejemplo, los excedentes de los precios del petróleo.

Por el lado minero, para Acosta Burneo, primero se declaró una moratoria, más adelante, se ejecutó una ley «estricta y dura a nivel mundial», y el resultado fue que no vinieran las empresas. «Por tanto, en los temas petrolero y minero el Ecuador, por contar con legislaciones muy fuertes, no pudo aprovechar de los altos precios de ambos sectores». Este no es el mejor momento para centrarse en estas exploraciones y explotaciones. Ya que no son rentables como hace unos meses.

Sin embargo, hay otros sectores por medio de los cuales se puede recibir inversión extranjera directa. Pero, también es necesario realizar cambios para ello. El editor de Análisis Semanal destaca que el país tiene que hacer un cambio radical en su política, pues el Gobierno, incluso, «ha manifestado que la inversión extranjera no es siempre beneficiosa».

Además, un punto clave para la IED es la seguridad jurídica. Este proceso es largo y requiere garantizar la independencia de los poderes. Quien invierte desea tener mecanismos de defensa por si llega a tener inconvenientes con el Estado.
En este aspecto, el Gobierno también adoptó una política contraria, indica Acosta Burneo, «con la denuncia de los tratados bilaterales de protección de inversiones. Hace algunos años, el Ejecutivo solicitó la denuncia de esos tratados con el argumento de que eran inconstitucionales bajo los preceptos de la Constitución de 2008, que permitía solo centros de arbitraje regionales».

En cuanto a las alternativas planteadas por la ministra Cely, en Análisis Semanal se cree que hay temas positivos que van a ayudar, sobre todo, para el ingreso de capitales ecuatorianos. Sin embargo, «considero que lastimosamente se trata de una iniciativa dentro de una política grande, que no está enfocada en atraer inversión. Ya que al momento sus objetivos urgentes son otros, como las enmiendas constitucionales o las leyes de herencia y plusvalía, etc.».

Por último, considera que este proyecto de ley para la alianza público-privada será similar a las reformas al Código de la Producción que tenía grandes expectativas, pero pocos resultados.

Una visión similar tiene el analista y director del Observatorio de Política Fiscal, Jaime Carrera. Para atraer inversión los países requieren la calificación de grado de inversión. Por ejemplo, a Brasil se le bajó la calificación de deuda de inversión a bonos chatarra. El Ecuador, también tiene calificación B, «cuando un país tiene este tipo de calificaciones no es apto para recibir IED».

Qué resta por hacer. El Ecuador debe tener una trayectoria; un historial de varios años de un conjunto de elementos como seguridad jurídica, historia de respeto a la ley, a la propiedad, estabilidad macroeconómica, sostenibilidad fiscal, un déficit público razonable o cercano al equilibrio fiscal, estabilidad tributaria durante varios años…

Además, aclara Carrera, hay países que han logrado disminuir la deuda externa, han logrado acumular reservas en dólares, tienen reglas fiscales para ahorrar en tiempo de bonanza, etc.

En cuanto a las alianzas público privadas, considera que nada va a dar buenos resultados sin el entrono descrito. «Tanto el inversionista nacional como extranjero pide garantías ¿Construiría un hospital sin garantías? No se sabe qué va a pasar con las reformas a las leyes de herencias y plusvalía, que retorno va a dar esta inversión, etc.».

Por tanto, la única alternativa es «generar confianza, contar con un programa económico y fiscal que de esta confianza. Ajustar el gasto público, eliminar las salvaguardias, los anticipos del impuesto a la renta, entre otros. Es decir un cambio de dirección. Se debe hacer una serie de cosas, no solo parches. Ese es el problema del Gobierno. Para la inversión hay que creer en todo el entorno: económico, político, judicial».
El IED en América Latina
*En millones de dólares

País 2013 PIB 2014 PIB
Argentina 11 301 1,8 % 6 612 1,2 %
Bolivia 1 749,6 5,7 % 647,8 1,9 %
Chile 19 263,8 7 % 22 001,7 8,5 %
Colombia 16 199,4 4,3 % 16 053,9 4,2 %
Perú 9 298.1 4,6 % 7 884,5 3,9 %
Ecuador 730,9 0,8 % 773,9 0,8 %

Fuente: CEPAL