Desde el 16 de abril pasado, María Mero no ve fútbol en vivo, lo que antes hacía con frecuencia. Ella es la encargada de la limpieza del estadio Jocay de Manta. Horas antes del terremoto, había presenciado el partido de la serie B entre el Manta y el Clan Juvenil.

Leiberg Santos / El Telégrafo

A las 18:58 de ese día, María preparaba todo para el siguiente encuentro, entre Delfín y la U. Católica, que se celebraría al otro día.

Pero ese duelo nunca se jugó. El sismo de esa noche causó daños en el estadio y la estructura quedó inutilizable. “El terremoto cambió mi vida, ya que dejé de ver fútbol.

Como vivo aquí (al ingreso del escenario) diariamente veía los entrenamientos y los fines de semana todos los partidos. El estadio es mi vida”.

El fútbol vuelve hoy al Jocay, cuando el Delfín reciba a las 16:00 al Aucas, por la fecha 11 de la segunda etapa  del campeonato nacional.

Javier Macías, presidente de la Liga Cantonal de Manta, institución que administra el escenario, indica que la inversión para rehabilitar las generales (las únicas localidades que serán habilitadas este año) fue de $ 30.000.

“Una parte se financió con un adelanto por la realización del concierto de Chino y Nacho”, explicó el dirigente manabita.

Para el partido de hoy, los hinchas ocuparán únicamente la general norte, mientras que en la sur se ubicarán dirigentes y periodistas.

Según Macías, se necesitan $ 700.000 para la reconstrucción total del estadio. “Esperemos que esté listo para inicios del próximo año”.

Los trabajos incluyen las dos generales y el sector de palco y tribuna, así como arreglos en el cerramiento. La parte de preferencia será demolida en su totalidad.

Macías advirtió que hay un proyecto de remodelación del escenario, el cual tiene un costo de $ 15’000.000.

Ricardo Zambrano, vicepresidente de Delfín, aseguró que jugar en el estadio Jocay es un alivio, ya que, para hacer de local en el estadio Reales Tamarindos, de Portoviejo, debían gastar $ 500 por cotejo.