La gestión del general Enrique Espinosa de los Monteros, director de salud de la Policía entre diciembre de diciembre de 2016 y septiembre de 2017, fue observada por la Contraloría General.
La auditoría encontró que, sin justificación y sin seguir con la Ley de Contratación Pública, el oficial entregó un espacio en el interior del Hospital Quito N° 1, de la Policía Nacional, a la empresa Ecofarm, para que allí funcione la farmacia Sana Sana. La cuestión más negligente es que la cesión se dio a una empresa privada, con fines de lucro “sin que los servidores de la Policía Nacional reciban beneficios adicionales”.
Como la Policía no percibió cánones de arrendamiento por los 112,2 metros de espacio físico, la entidad perdió $ 7.516 por mes, desde junio de 2017 hasta diciembre de 2020.
La Contraloría glosó al general Espinosa de los Monteros con $ 323.218. La Compañía privada también tiene que responder solidariamente con el pago.
Espinosa de los Monteros, ahora ya retirado de la Policía, también habría perjudicado al patrimonio de los 45.000 uniformados y sus familias cuando permitió negocios poco rentables y riesgosos que menoscabaron el patrimonio del Instituto de Seguridad Social de la Policía (Isspol).
Por esos hechos, él es investigado por peculado, tiene prohibición de salida del país y usa un grillete electrónico. En los procesos legales del caso Isspol, hay chat entre él y Jorge Chérrez y Héctor San Andrés, hoy prófugos. Los dos primeros compraron bonos del Isspol o los canjearon por otros.
Fuente: Expreso – Nota original: LINK