El huracán se desplazaba en el Atlántico con vientos de 215 km/h y se situaba a unos 925 km al este de la ciudad de West Palm Beach, en Florida, donde llegará a principios de la próxima semana, y 645 km al este de Bahamas, precisó el NHC.
El primer ministro de Bahamas, Hubert Minnis, advirtió a los ciudadanos que afrontarán un “huracán poderoso y potencialmente mortal” y que debían desalojar el área. “No sean tontos intentando afrontar este huracán”, dijo.
“El precio que pueden pagar por no desalojar es su vida”. Dorian avanzaba este viernes con vientos de hasta 215 km/h y se situaba a unos 645 km al este de ese importante destino turístico del Caribe, donde se espera que llegue el domingo 1 de septiembre.
Los servicios meteorológicos regionales indicaron que los bahameños debían prepararse a sufrir “daños catastróficos”. “Nos han dicho que solo iba a ser una tormenta, pero ahora nos damos cuenta de que tal vez será un poco más grave”, dijo Lucy Worboys, una habitante de Nassau, la capital del archipiélago.
Fuente: El Comercio, nota original: LINK