Según Jorge Yáñez, gerente general de la Empresa Metro de Quito, la obra sigue en el cronograma previsto y está en un 85% de avance. Afirma que no se puede hablar de un retraso sino que la obra y las pruebas avanzarán simultáneamente, para completarlas en el primer trimestre del 2020.
“Los desfases son naturales en una obra de esta magnitud. Hubo muchísimas dificultades; aun en asuntos que no son inherentes al proyecto, al constructor ni al contratante, que es el Municipio: trabajos, permisos, disponibilidad de espacios que no nos afectan.
El desfase va a ser mínimo para una obra de esta magnitud”, indica. Agrega que los organismos multilaterales están satisfechos con el avance y están conscientes de que es una obra muy complicada.
El miércoles 22 de mayo de 2019, el alcalde Jorge Yunda se reunió con representantes de los multilaterales para buscar alternativas para la prolongación del Metro. Previamente, Yáñez ya había señalado que estas entidades están interesadas en financiar la extensión desde El Labrador hasta La Ofelia (5,4 kilómetros adicionales a los 22 que hay hasta Quitumbe).
En una entrevista con este Diario, el urbanista Fernando Carrión, asesor del alcalde Yunda, señaló que la ruta del Metro está muy mal diseñada, aunque por su cruce de norte y sur permitirá que gran parte del flujo de pasajeros viaje por debajo de la ciudad y se liberará la congestión en ciertas zonas de la capital. Lo que hay que hacer con el Metro es urbanizarlo a través de una ordenanza, afirmó Carrión.
Él considera que es necesario que se diseñen plazas alrededor de las 15 paradas. Eso está contemplado en el plan, según Yáñez, quien resalta que ya está casi todo listo en el bulevar de la avenida Gran Colombia y hay trabajos en ese sentido en los parques de La Alameda y El Ejido. La empresa ahora proyecta que el grueso de la obra civil acabe a fin de año y que se hagan los remates y las pruebas finales en el primer trimestre del 2020. Se sumarán las pruebas integradas de todos los sistemas y de los trenes.
César Arias, consultor en movilidad, cree que el proyecto no debe terminarse al apuro sino bien. Hay que buscar la asistencia técnica necesaria para que el Metro empiece a operar cuando esté completo. “En Cuenca se sigue ese proceso con el tranvía, es importante estar seguros, ver experiencias internacionales y empezar con el sistema operando”, puntualiza.
Fuente: El Comercio, nota original: LINK