El Palacio de Carondelet, nuevamente, es el escenario de reuniones entre representantes del Gobierno y diferentes actores sociales. La mañana de este miércoles 23 de octubre, arribaron a la sede del Ejecutivo cuatro representantes de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana.
La delegación la integraron los monseñores Luis Cabrera, vicepresidente de la Conferencia; Alfredo Espinosa, Arzobispo de Quito; René Coba, secretario del organismo; y Danilo Echeverría, representante del ámbito de la familia del organismo.
La Secretaría General de Comunicación permitió a la prensa acceder a la cita solo por unos pocos minutos. El presidente, Lenín Moreno, agradeció a la Conferencia Episcopal, «a nombre del país, del Estado y del Gobierno» por mediar en momentos difíciles provocados por la falta de entendimiento y diálogo.
También habló de la «prepotencia de quienes creen que tienen derecho a quedarse indefinidamente en el poder», en referencia a las movilizaciones que afectaron durante 11 días al país, tras el ajuste económico que planteó el Gobierno y que finalmente fue derogado.
Además, Moreno expresó su agradecimiento al Frente Unitario de Trabajadores (FUT), por suspender las movilizaciones anunciadas para el próximo 30 de octubre. «Como país, Estado y Gobierno y como su Presidente, manifiesto mi agradecimiento por su generosidad de espíritu. Verdaderamente para nosotros en las relaciones de paz, las puertas están abiertas», sostuvo el Jefe de Estado.
Luis Cabrera, vicepresidente de la Conferencia Episcopal, destacó la invitación del Gobierno para participar como facilitadores y mediadores en los diálogos con el movimiento indígena.
Fuente: El Comercio – Nota Original: LINK