Han pasado 224 años desde la publicación del primer periódico ecuatoriano, Primicias de la Cultura de Quito.

De la imprenta al uso masivo de las redes sociales y de las nuevas tecnologías. La comunicación, como el resto de la sociedad, ha evolucionado con el tiempo. Solo para tener una idea de cómo se mueve la información, hoy alrededor del 41% de las personas en el mundo obtiene sus noticias a través de Facebook cada semana, según datos del último informe de Reuters.

Ecuador no es ajeno a este cambio de audiencias y se estiman más de 40 medios digitales en el país. De allí, el desafío de las empresas públicas, privadas y comunitarias de información, universidades, estudiantes y periodistas profesionales es actualizar sus conocimientos y mejorar las mallas curriculares.

Así lo manifiestan periodistas, docentes y estudiantes de Periodismo consultados, al evaluar los cambios en la comunicación, donde la enseñanza en las universidades empieza a dejar el pénsum tradicional para embarcarse en la era digital. Para Efraín Luna, docente de Comunicación de la Universidad Católica de Guayaquil, por esta tendencia el centro de estudios ya cuenta con asignaturas como Nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación, Nuevos Escenarios Mediáticos, Comunicación Organizacional y Manejo de Medios Digitales, por citar unos ejemplos.

En el ámbito profesional advierte asuntos pendientes para los más de 17 mil comunicadores que registra la Cordicom. “A nivel general todavía hay rezagos de la comunicación antigua, hay problemas de capacitación; por ejemplo las generaciones del 80 y 90 no tenemos todos los conocimientos que deberíamos para utilizar las herramientas digitales, hay muchos que por experiencia propia o por curiosidad hemos aprendido algo, pero otros se han quedado”, asegura.

Para el docente es menester que los colegios y gremios de periodistas intervengan por sus asociados, pues lamentablemente han perdido mucho protagonismo ante los medios, pero son los llamados a darles capacitación.

También los dueños de los medios deben capacitar a su personal, dice, porque no pueden obviar la experiencia que los periodistas han adquirido, “de la noche a la mañana no se hace periodismo, ellos tienen una acumulación de experiencia y no se los puede hacer a un lado porque simplemente no saben manejar un programa digital”, recalca.

Por su parte, Julio César Armanza, director de la carrera de Comunicación de la Facso en Guayaquil, asegura que la universidad ya tiene claros los nuevos paradigmas  de la comunicación y se están introduciendo materias como Periodismo Digital, Multimedia, Producción. Incluso se tuvo que contratar  nuevos docentes porque los anteriores no manejaban las herramientas tecnológicas actuales.

El mercado laboral ya exige profesionales o empleados que manejen datos estadísticos para informar, que generen contenidos multimedia o que el mismo contenido lo puedan poner en las plataformas radial, televisiva o digital.

Admite que las universidades han avanzado de una forma más lenta o hasta conservadora.

En el caso de la Universidad de Guayaquil, Armanza afirma que se exige un estudio prospectivo, es decir, lo que sería el ejercicio profesional dentro de 5 años para con base en eso establecer la malla curricular y buscar los docentes.

Incluso anticipa que para ese entonces se prevé menos lectores de medios impresos, lo que significará generar más contenido para páginas web o de otro tipo de comunicación gratuita o dirigida.

En la mayoría de los países el número de pagos por cualquier noticia es de alrededor de 10% de los usuarios en línea y en algunos casos menos que eso, según Reuters.

Estos cambios, a criterio del máster en Comunicación Digital, José Luis Férez, recién se están impulsando desde hace 6 o 7 años. “Las universidades han empezado a cambiar las mallas curriculares en la carrera de Periodismo y Comunicación, debido a que la tecnología avanza y el uso de las herramientas tradicionales de los periodistas no es igual: ahora son las redes sociales, la redacción web, que difieren mucho del papel o de la típica para la radio o la televisión”.

Para él, los medios digitales son para un público diferente y  los periodistas tienen que prepararse para escribir, redactar y presentar un producto informativo que esté acorde al comportamiento y las necesidades de ese usuario.

Si bien señala que de acuerdo a la Universidad, los nombres de las materias cambian, el concepto es el mismo, lo importante es que el periodista aprenda y maneje las nuevas herramientas para el ámbito digital y de forma correcta. “Antes el periodista pegaba la redacción del papel a la web y eso era antitécnico, allí encontrábamos sábanas de información que no atraían al nuevo público”, asevera.

Por eso aclara que la diferencia es la presentación del producto porque el contenido puede ser el mismo, de allí que los periodistas tienen que adaptarse al medio en donde trabajan: si es multimedia debe manejarlo y estructurarlo con las herramientas que le dan: digital, interactivo, con video.

El desafío entonces del periodista actual consiste en ser multimedia o multiformato: estar habilitado para escribir en distintas plataformas. Insiste en que se debe tener una noción básica de la tecnología por el impacto que cause el tratamiento de una información en una red social o herramienta digital.

Estudiantes de Periodismo, como Andrea González, aseguran que las universidades todavía insisten en lo teórico o con métodos antiguos y que son pocos los cambios.  “Hay profesores que aplican la manera antigua; se debe enfatizar en actualizar las mallas”, dice González.