Así lo indican las nuevas directrices del Departamento de Estado que entraron en vigor anoche. Los consulados del mundo recibieron la noche del miércoles una definición estrecha de la familia cercana: un padre, cónyuge, hijo, hijo o hija adulto, yerno, nuera o hermanos. Sin embargo, excluyó explícitamente otras relaciones familiares: abuelos, nietos, tías, tíos, sobrinas, sobrinos, primos, cuñados y cuñadas, prometidos y otras relaciones de parientes “ampliadas”.
De acuerdo al The Washington Post, las reglas no surtieron efecto hasta las 20:00 de ayer, un plazo impuesto para evitar que las personas sean rechazadas a su llegada a EE.UU. como ocurrió cuando se impuso una prohibición que afecta a personas ya en ruta. La decisión también perjudica a los refugiados, aunque el límite de 50.000 refugiados este año fiscal casi se ha alcanzado, con 49.008 refugiados admitidos a partir del miércoles.
En este punto, la noción de “relación válida” sumió a los juristas en la perplejidad. ¿Cómo un refugiado sirio podrá probar la existencia de un lazo anterior con Estados Unidos?, se preguntaron. El profesor de la Facultad de Derecho de la Universidad de Cornell, Stephen Yale-Loehr, quien ha escrito volúmenes de libros legales sobre leyes de inmigración, dijo que más de la mitad de los refugiados no tienen lazos familiares cercanos en Estados Unidos.
Entre los refugiados del pasado que se les prohibiría entrar hoy, dijo, son los niños perdidos de Sudán y los niños huérfanos por el hambre y la guerra. “Del mismo modo, ¿por qué una hermanastra puede visitar Estados Unidos, pero no una abuela?”, cuestionó Yale-Loehr.
“El Departamento de Estado debe vetar a los solicitantes de visas caso por caso por preocupaciones de terrorismo, no imponer categorías demasiado amplias que impidan a personas inocentes venir a este país”. Es cierto que la directiva afrontará más desafíos jurídicos, en particular en lo que respecta a los refugiados.
Fuente: El Telégrafo