En particular, el cantante afronta dos cargos de delito menor por agresión simple a raíz de un incidente ocurrido en uno de sus conciertos en agosto 2019, cuando agredió a un camarógrafo.
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«El Sr. Warner, su agente y su asesor legal conocen la orden desde hace algún tiempo y no ha hecho ningún esfuerzo por regresar a New Hampshire para responder a los cargos pendientes», reza el texto, que detalla que si la Justicia lo declara culpable podría enfrentarse a una pena de cárcel de un año como máximo y a una multa de hasta 2.000 dólares.
