En el país, buena parte de las pruebas para descartar o confirmar el contagio de covid-19 se ha destinado a las dos provincias con más casos.
Guayas y Pichincha han accedido al 46% del total de test, del Ministerio de Salud, tanto de PCR (con hisopado nasofaríngeo) y rápidos (de sangre).
Hasta el 21 de julio, en Ecuador, la Cartera aplicó 210 964 exámenes de PCR y 95 392 rápidos. Lo confirmó la Subsecretaría Nacional de Vigilancia de la Salud, que no detalló cuántos han hecho los laboratorios privados y municipios.
Pese a que solo Salud supera las 300 000 pruebas, para los expertos la cifra es insuficiente. Y el destino de las mismas solo evidencia que el testeo se hace más que nada a las personas que presentan síntomas.
Esto es preocupante, si se toma en cuenta que buena parte de infectados con el SARS-CoV-2 son asintomáticos. Ellos son quienes esparcen el virus, sin enterarse de que ya está en su organismo.
“Este número de pruebas es bajo”, opina el biólogo evolutivo, Santiago Ron, docente de la PUCE, quien analiza a diario los informes de la Cartera de Salud y cifras internacionales.
El indicador más claro de ello -explica- es la cantidad de resultados que confirman el contagio en relación al total de muestras tomadas.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) -anota Ron- dice que el número de resultados positivos debe ser menor al 10% del total de test aplicados.
Eso implicaría que se está testeando a la mayor cantidad de gente; sin importar si tienen o no síntomas. El objetivo: ubicar a pacientes asintomáticos y prevenir la propagación.
Pero en Ecuador, ese porcentaje es mayor al 10%. “Está llegando al 40%, lo que muestra que hace falta aplicar más pruebas”.
Según datos oficiales, el promedio diario de resultados positivos es de 36,8% del total de muestras tomadas. Ron además dice que Ecuador aparece como el país con menos test realizados: 9,5 por cada 1 000 habitantes.
Otros de la región, como Chile, alcanzan los 78,7, según datos publicados el domingo, en el portal especializado en salud Our World in Data (Reino Unido).
“En el caso de Ecuador, dado el número de contagios y la tasa de positivos, deberíamos llegar a por lo menos 100 test por cada 1 000”, sostiene. En el mundo y en el país están disponibles las pruebas PCR y rápidas.
A las primeras se las conoce como moleculares, ya que detectan el ácido ribonucleico (ARN) del virus y sirven para descartar o confirmar que en ese momento, la persona está infectada.
Por ello sirven para el diagnóstico. “Funcionan en personas con síntomas leves, moderados y graves; también en asintomáticas. Requieren un hisopado nasofaríngeo”, detalla Byron Núñez, infectólogo y docente de la Universidad Central.
Las pruebas rápidas o de tamizaje son para la detección de anticuerpos IgG e IgM; necesitan de una muestra de sangre. Son de dos tipos: cualitativas y cuantitativas.
La diferencia -indica Núñez- es que en la segunda se define el número de anticuerpos generados tras la infección. La primera determina si el virus estuvo o no.
Este infectólogo, que trabaja en un hospital de Quito, también considera que en el país no se han aplicado las pruebas necesarias.
“Desde el principio, Salud ha desarrollado una estrategia de mitigación, es decir, encaminada a la búsqueda de enfermos; no a rastrear casos nuevos y menos asintomáticos. Lo ideal es que aquel que sospecha que está contagiado se someta a una PCR”.
Con el objetivo de rastrear casos probables, en abril, el Ministerio anunció que aplicaría pruebas rápidas en todo el país. Los resultados estarían en junio.
Pero eso no avanzó. En algunos cantones se han tomado muestras de sangre (test rápidos) para determinar la tendencia, prevalencia y comportamiento del covid-19.
La semana anterior, por ejemplo, siete brigadas de Salud recorrieron barrios de Quito. “Esta es una demostración de la vigilancia comunitaria activa que realizamos. Esto nos permite tener una alerta temprana para reaccionar y prevenir”, sostuvo Xavier Solórzano, viceministro de Vigilancia de la Salud.
Él participó del recorrido por Chilibulo. El 14 de julio, el ministro Juan Carlos Zevallos adelantó que se aplicarían 600 pruebas rápidas en Quito, para conocer cuál era el porcentaje de inmunidad.
El último estudio, al 24 de mayo, indicó que el 33% se había infectado. Ayer comentó que corrieron encuestas y que posteriormente volverían a los domicilios de los ciudadanos, para tomar muestras.
Según la Cartera, en sus bodegas se han registrado 609 415 pruebas rápidas, que se han distribuido a las diferentes zonas.
Quito y Guayaquil han recibido 112 960 y 103 010. Napo y Orellana, de la zona 2, son las que menos han obtenido, 18 200. No se informó cuántas de PCR están disponibles, se dijo que es una cifra que administra el Instituto Izquieta Pérez.
En total, 196 laboratorios privados y 15 universitarios cuentan con autorización para procesar los resultados.
Fuente: El Comercio – Nota Original : LINK