Ximena Abarca, secretaria de Salud del Municipio de Quito, expresó que hubo un “enorme pico” de casos en la última semana, que lo atribuyó a la actualización de información y a más pruebas procesadas.
“Hay un aumento paulatino, un ligero descenso y luego un aumento nuevamente”, manifestó la funcionaria, en la sesión del Concejo Metropolitano de ayer vía virtual.
En la última semana hubo un incremento de casos en todas las parroquias, así como de la incidencia acumulada, refirió. Abarca sostuvo que en Quito, el índice de contagio es de 1,4 (a cuántas personas infectaría un contagiado) cuando lo ideal debería ser de alrededor de 1. “También esto nos indica que todavía la pandemia no está siendo controlada”, dijo.
Agregó que la demanda de camas de hospitalización ha bajado, pero la oferta en camas de cuidados intensivos para COVID-19 es casi nula y hay pacientes a la espera.
La atención en las salas de emergencia para afecciones respiratorias es otro indicador que ha bajado. En las últimas tres semanas, la letalidad, sostuvo, ha ido disminuyendo, pero el exceso de mortalidad es del 72 % (unas 500 personas fallecidas en exceso en relación con los tres últimos años).
Zapata mencionó que en esas nueve localidades se presentan fiestas, libadores, escándalos y sobre todo aglomeraciones. Durante esta semana se harán evaluaciones. El próximo lunes serán presentadas en la reunión del COE nacional y del metropolitano.
Nota Original: El Universo – LINK