La noche del martes, el secretario de Movilidad del Municipio de Quito, Darío Tapia, comentaba con sus asesores si debieron llamar a personal de seguridad. Lo hacía tras socializar a los moradores de San José del Condado (al norte) el tema de las expropiaciones para la construcción de la primera línea del proyecto Quitocables. Al final, varias personas gritaban molestos: “No a los Quitocables” y pedían explicaciones.
Los reclamos se centraban en que el Cabildo “nunca informó ni socializó las supuestas expropiaciones por la construcción de la obra”, Así lo dijo Ángela Sáenz, una de las eventuales afectadas. Tras varios minutos de oír quejas, Tapia salió de la sala de reuniones de la Administración Zonal La Delicia a una oficina pequeña. Patricio Molina, quien lideró a los ciudadanos, dijo que les notificaron que, al menos, 15 predios resultarían afectados. “No estamos dispuestos a ceder nuestros terrenos.
El proyecto afectará a familias que por 50 años han estado en el barrio”. Los vecinos presentaron alternativas de trazado a las autoridades, pero la respuesta habría sido de que la obra “va porque va. La verdad, no sabemos qué hacer con este tema”, cuestionó Molina. Jorge Cuesta vive hace 35 años en San José del Condado, en uno de los predios que sería expropiado y en el que habitan 6 familias. Este ciudadano destacó que “nos enteramos hace 8 días del problema.
Sabíamos del proyecto, pero no pensábamos que íbamos a ser afectados”. Los moradores dijeron que desde las 18:00 de este jueves protestarán en el ingreso al sector La Roldós, en la avenida Mariscal Sucre, y que esas manifestaciones se efectuarán cada jueves hasta ser escuchados por las autoridades. Luego de que los ciudadanos abandonaran el lugar, Tapia dijo que hay desinformación sobre el tema. “Hay afectaciones que no llegan a 2 o 3 metros y les han dicho que va a ser toda una manzana”. Puntualizó que existen ciudadanos dispuestos a negociar.
Expresó que los diálogos continuarán y que en ellos se les explicará las alternat+ivas que tienen los afectados. Entre las opciones está la reubicación en el mismo barrio o en alguna otra zona de la ciudad. Afuera de la Administración Zonal hubo discusiones entre detractores y partidarios del proyecto.