Francisco Gil White, analista político internacional de la CNN, en entrevista en Notimundo con Patricia Terán y Freddy Paredes, señaló que la tentativa de golpe de Estado en Turquía, que ya deja alrededor de 300 muertos y más de 7 500 detenidos, registra cosas muy raras. Primero, dijo, al parecer estaba muy mal organizado y los golpistas nunca tuvieron la intención de aprehender al presidente Recep Tayyip Erdogan y tomarse el Parlamento; y segundo, la acusación inmediata contra uno de los fundadores del Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP) Fethullah Gulen y sus seguidores.
Gil White dijo, además, que es raro que sin que se realicen las investigaciones pertinentes, el presidente turco ya señale culpables. «Sospechosa también es la reacción inmediata del equipo de Erdogan que una vez terminada la intentona golpista ya tenía la lista de las miles de personas que debían salir de la estructura judicial, militar y policiaca», dijo el analista, quien añadió que bajo estas premisas se especula que esta acción no fue un verdadero golpe, más bien se trataría de un autogolpe que beneficia al jefe de Estado del país europeo.
Asimismo, indicó que este supuesto autogolpe le permite a Erdogan consolidar su poder en el Gobierno y la destrucción de la democracia, y esta sería una artimaña que los gobernantes que no son democráticos, comentó, la utilizan para eliminar a su oposición. «Ese es el corte de Erdogan, un líder autoritario, que no tolera ninguna disensión y que por demás tiene una perfil de islamismo radical», enfatizó.