El acuerdo, que no incluye a los que las partes nombran «terroristas», como el autodenominado grupo Estado Islámico, fue anunciado este mismo jueves por el presidente ruso Vladimir Putin y confirmado por el ejército sirio y la oposición.
«Una hora antes del inicio del alto el fuego, los frentes estaban en calma, excepto algunos cohetes lanzados contra la ciudad de Alepo (norte) y dos cohetes que cayeron en los suburbios de Damasco», indicó Rami Abdel Rahman, jefe del Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, calificó lo acordado como una «oportunidad histórica» para poner fin a los seis años de conflicto.
«De ninguna manera hay que dejar pasar esta oportunidad. Es una oportunidad histórica», declaró Erdogan en conferencia de prensa en Ankara. Para el jefe de la diplomacia siria Walid Muallem, el acuerdo ofrece una «verdadera oportunidad» para llegar a «una solución política».
Estados Unidos acogió favorablemente el anuncio expresando su deseo de que la tregua sea «respetada por todas las partes» del conflicto. «Las informaciones relativas a un alto el fuego en la guerra civil en Siria representan una evolución positiva (…)
Todo esfuerzo para detener la violencia, salvar vidas y crear las condiciones para negociaciones políticas renovadas y constructivas es bienvenida», reaccionó el portavoz de la diplomacia estadounidense Mark Toner.
El emisario de la ONU para Siria, Staffan de Mistura, saludó el acuerdo y expresó su esperanza de que permita aportar ayuda a los civiles en ese país.