Alberto Acosta señaló que ningún Gobierno, desde los inicios de la República, ha tenido tantos recursos económicos, ha contado con el respaldo popular tan alto para llevar adelante las transformaciones sociales y ha tenido marco constitucional que de haber cumplido con los principios básicos otra sería la realidad del país.
Sin embargo, afirmó que este Gobierno no ha hecho bien su trabajo y es una estafa para la historia porque muy pocas metas se han cumplido. En este sentido, señaló que una de las premisas de este proyecto político fue el cambio de la Matriz Productiva, algo, que manifestó, no se ha logrado porque el Ecuador sigue siendo un país que produce y exporta materias primas.
“Eso lo hacen los países subdesarrollados y este Gobierno sigue ahondando en la lógica de una economía primario-exportadora y en el extractivismo”, expresó el ex funcionario, quien añadió que el actual Jefe de Estado actúa como cheerleader de las empresas mineras y utiliza las FFAA para imponer la actividad minera.
Asimismo, enfatizó que en estos 10 años de Gobierno se ha visto una serie de limitaciones de los derechos que nunca se plantearon al inicio de este proceso. “El Presidente de la República no permitió que se discuta en la Asamblea, por ejemplo, el tema del aborto por violación y otros derechos”, aclaró.
De su lado, Oscar Bonilla consideró que estos 10 años de Gobierno han sido fructíferos, y ello es reconocido por la mayoría de ciudadanos. Este logro, advirtió, ha sido marcado por el reposicionamiento y modernización del Estado, al que se le ha dotado de todas las posibilidades de planificación y articulación entre todas las entidades.
Bonilla manifestó, además, que en estos diez años de Gobierno, la lucha contra la corrupción se lo ha realizado de una forma muy intensa, y se ha reconocido la existencia de la misma como un problema estructural. “El problema de la corrupción es una problema del cual no está ajeno ningún país y Gobierno del mundo entero”, comentó.
Asimismo, indicó que son más de 135 funcionarios que han sido denunciados por corrupción en este Gobierno y llevados a la justicia, y muchos de ellos están presos. “Todo el sistema partidocrático vinculado a los poderes facticos han intervenido en los procesos de corrupción”, recalcó Bonilla, quien afirmó que la intención de los Panamá Papers fue intentar vincular al Presidente Correa y al Vicepresidente Glas con el caso y “no lo lograron”.