Jorge G. cumple una orden de prisión preventiva desde el 2 de octubre, dictada por un juez de la Corte Nacional de Justicia, tras ser vinculado en el proceso por asociación ilícita dentro del caso de sobornos de la constructora brasileña Odebrecht.
Durante la entrevista, Glas reveló que la Secretaría Nacional de Inteligencia de Ecuador, creada durante el gobierno del expresidente Rafael Correa, lo vigilaba desde el 25 de mayo del 2017, es decir, al día siguiente de haber asumido la vicepresidencia tras su triunfo en las elecciones junto al presidente Lenín Moreno.
«Yo fui sujeto de persecución, de seguimiento extrajudicial y tengo pruebas de ello”, dijo en exclusiva a Ana María Cañizares, de CNN en Español. CNN no ha podido confirmar que el Vicepresidente fue vigilado por la Secretaría Nacional de Inteligencia.
Jorge G., a quien el presidente Moreno le retiró sus funciones ejecutivas desde el 3 de agosto pasado, señaló que el proceso judicial en su contra “es un acto carente de validez jurídica” y que tiene el objetivo de retirarlo del poder: “Quieren sacarme de la vicepresidencia, callarme para dejarme en indefensión”.
El funcionario insistió en su inocencia, en que existe una presión política y mediática en su contra y que nunca pensó en que iban a desencadenarse actos que lo mantienen en prisión, “sin que exista una sola prueba”, dijo.
Al consultarle si aceptaría nuevamente ser candidato a la vicepresidencia por solicitud de su amigo personal, el expresidente Rafael Correa, quien se encuentra viviendo en Bélgica, el suspendido vicepresidente indicó que no volvería a aceptar ser candidato a la vicepresidencia, ni así Correa le pida. “Me ha llamado un par de veces. Estoy agradecido con él porque es un amigo frontal”.
Dijo que se retirará de la política.