Fernando Casado, académico español, doctor en Comunicación y catedrático del Instituto de Altos Estudios Nacionales; Marco Antonio Bravo, director de la agencia ANDES; Luis Eduardo Vivanco, editor de diario La Hora y conductor del espacio de entrevistas “Castigo Divino”; y Luis Verdesoto, sociólogo, articulista y presidente de la Mesa de Concertación sobre la Ley de Comunicación, fueron los invitados al citado espacio de debate.
Bravo cree que en el nuevo gobierno, si bien debe haber cambios, la Ley de Comunicación debe mantenerse y no solo observar los aspectos negativos sino los positivos: mejor salario para los periodistas, acceso a nuevas voces, mayores derechos, difusión de contenidos interculturales.
Más radical, Verdesoto, en cambio, recordó que “hay un segmento muy importante en la opinión pública del Ecuador que cree que esa ley no debería existir y enteramente debe ser reemplazada”.
No obstante, dejó abierta la posibilidad de que se pueda llegar a acuerdos mínimos para reformar la Ley y eliminar, por ejemplo, las sanciones económicas los medios.
Vivanco se mostró expectante de la oferta de campaña de Lenín Moreno sobre reformas a la Ley.
En el programa transmitido por Ecuavisa se difundieron tres videos, en uno de ellos se mencionaba sobre la existencia de un aparato estatal para controlar a la prensa, un informe de la ONG Fundamedios sobre la cobertura supuestamente no equilibrada de los medios públicos en la reciente campaña electoral (sin mostrar el equivalente de medios privados), y un supuesto clima de hostilidad hacia la prensa comercial, lo que fue rechazado por el catedrático Casado quien los tildó de sesgados.
Casado pidió mirar en sentido contrario y analizar cuál ha sido la posición de la prensa privada contra el Gobierno.
“Esa pugna surge por un motivo netamente ideológico pues tengamos en cuenta que los medios de comunicación privados, que han sido –y siguen siendo- los hegemónicos en el país, tienen una visión liberal en el que la libertad de expresión no debe ser regulada.
A su criterio, la libertad de expresión sí debe ser regulada porque al igual que los ciudadanos no pueden ir a una farmacia a comprar cocaína u otra sustancias psicotrópicas, tampoco pueden recibir de los medios información tóxica que lleve a la opinión pública a conclusiones engañosas.
Verdesoto dijo que la política pública de comunicación es congruente con la política de comunicación del Gobierno. Discrepó con Casado y mencionó que los medios de comunicación son un vehículo de la opinión pública.
En este sentido sostuvo que es errado pensar que “la opinión pública forma parte de un Estado de opinión”, como lo ha cuestionado el presidente Correa.
Marco Antonio Bravo manifestó que desde la llegada del presidente Correa al Gobierno ciertos medios privados asumieron un rol político que no les compete.
“Es decir, se convirtieron en voceros de la oposición en determinados momentos (…) los medios de comunicación están llamados a educar, a entretener, a informar de manera veraz, contrastada y verificada, no a asumir una posición política”, expuso Bravo.
Esto se ha evidenciado, dijo, con el posicionamiento de ciertos temas por parte de los medios.
Como ejemplo reciente, citó el manejo sesgado de la situación en Venezuela, con portadas y destaques en los diarios privados como una forma de instaurar el miedo en los votantes ecuatorianos en las elecciones generales del país (que tuvo su primera vuelta el 19 de febrero y la segunda, el 2 de abril).
Bravo dijo que la línea editorial de los medios públicos no necesariamente es un contrapeso a la prensa privada comercial, y que se debe dar a conocer todos los hechos.
En ese sentido, dijo que los medios privados durante el tiempo de campaña electoral en Ecuador soslayaron la situación de Argentina (con un gobierno de derecha) y enfatizaron lo de Venezuela con un claro objetivo político.
Libertad de prensa
Vivanco dijo que la libertad de prensa no está destruida en el país, a su criterio, “gracias a la férrea lucha de los comunicadores y el apoyo de la sociedad”, aunque cree que está disminuida y con periodistas “amedrentados y perseguidos”.
Siempre hablando en primera persona, Vivanco subrayó que en el país “todavía existimos personas que creemos en la libertad y luchamos por ella”.
Respecto a la vigencia de la Ley de Comunicación y la regulación emanada de la normativa, aprobada en 2013, el editor del diario La Hora hizo una autocrítica.
“Yo creo que una importante lección y un mea culpa de los medios de comunicación es que antes de la Revolución Ciudadana teníamos que haber ejercido un proceso de autorregulación mucho más esquemático y tal vez mucho más efectivo”, reconoció.
Y consideró que a raíz de “ese vacío” el gobierno comenzó a crear un sistema de comunicación “limitante de las libertades” que termina afectando a los ciudadanos. A su criterio, la regulación la hace la sociedad qué decide qué medio leer, escuchar o ver.
Fernando Casado dijo que no cree en la autorregulación porque finalmente no es un mecanismo efectivo y los medios terminan haciendo lo que quieren.
Vivanco cuestionó que la Ley sancione a los medios por no cumplir con la difusión de un porcentaje de contenido intercultural y dijo que cree que la sociedad educada es lo suficientemente consciente para tomar sus propias decisiones.
Verdesoto dijo que las sanciones económicas que contiene la Ley de Comunicación pueden llevar a la muerte a los medios de comunicación y que finalmente terminan poniendo límites a la libertad. También criticó que en la Constitución conste la figura de que la comunicación como servicio público porque le da la potestad al estado para que se arrogue el derecho a regular ese derecho.
Marco Antonio Bravo hizo notar que las sanciones de la Superintendencia de Comunicación son mayormente por el incumplimiento de la difusión de contenidos interculturales y por réplicas y contrarréplicas, que se derivan de las denuncias de los ciudadanos u organizaciones.
Citó que en cuatro años de existencia de la Supercom se han registrado 1.075 procesos administrativos por incumplir la cuota de difusión de contenidos interculturales, y 47 relacionadas a réplicas y contrarréplicas.
Página 12
La cobertura de los medios en la campaña electoral
En el programa se analizó el tratamiento que dieron medios públicos, incautados (bajo administración del Estado) y privados a la investigación del periódico argentino Página 12 que reveló el aumento de patrimonio del Banco de Guayaquil, de propiedad del excandidato presidencial Guillermo Lasso y la existencia de 49 empresas off shore bajo una cortina accionaria.
Vivanco justificó el silencio de todos los medios privado sobre este tema arguyendo una supuesta campaña sucia y porque la publicación carecía de contraste y tenía una intencionalidad política.
En contraposición, Marco Antonio Bravo recordó la difusión con gran destaque por parte de los medios privados del dato contenido en una columna de chismes del diario panameño “La Estrella de Panamá”, que en dos párrafos involucraba, sin una fuente identificada, al vicepresidente de la República, candidato a la misma dignidad, en supuestos hechos de corrupción.