10 internos de la cárcel de El Inca, en Quito, fallecieron tras violentos enfrentamientos. Esto se da horas después del traslado de alias “Bermúdez”, uno de los cabecillas de Los Lobos, a la cárcel de máxima seguridad ‘La Roca’ que se ubica en Guayaquil. Él también es señalado como el presunto responsable de los incidentes en ese mismo centro penitenciario, el pasado 7 de noviembre, en los que fueron asesinados cinco internos.

Créditos: SNAI

Frente a esta nueva matanza, la Fiscalía informó que abrió de oficio una investigación previa por la “muerte violenta de nueve personas” e indicó que se ejecuta el levantamiento de los cadáveres. Cerca de las 16:00, el Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Privadas de la libertad (SNAI), se refirió a ocho reclusos muertos. Luego, actualizó la cifra a 10. La entidad reconoció que después del traslado de Bermúdez, miembros de Los Lobos tomaron represalias violentas. Mediante un comunicado, la institución agregó que los responsables intelectuales de estos hechos, Juan S., alias Sargento; Milton Q., alias Júnior, y David G., alias Hormiga, también serán llevados hasta La Roca.

En Notimundo Estelar, Itania Villarreal, exdirectora de Rehabilitación Social, aseguró que “hace falta voluntad política y decisión de las autoridades de turno” para dar un giro de 180 grados al Snai en cuanto a una reestructuración total.

Por ejemplo, recomendó que se debería abrir una investigación administrativa de los hechos, hacer una mesa de trabajo con el organismo técnico para determinar en qué se está fallando. Además, dijo que es fundamental pedir informes de las labores de los directores de los Centros de Privación de Libertad (CPLS).

Criticó el proceso de reubicación de los reos pues se lo debió hacer de manera estratégica y “prudente”. “La forma en la que lo hicieron es errada y ahí tenemos las consecuencias”, enfatizó.

Para Villarreal, es posible controlar las cárceles del país cuando hay voluntad política, conocimiento y experiencia. Sin embargo, el Gobierno comete los mismos errores cada vez que se registran nuevos enfrentamientos. “Estamos entendiendo mal la lección. El sistema es complejo impredecible y se tiene que estar en máxima alerta”, recomendó Villarreal y alertó que diciembre es una fecha sensible para las personas privadas de la libertad porque no pueden ver a sus familiares en ocasiones como Navidad y Año Nuevo.

Finalmente, manifestó que se deberían hacer pruebas de confianza para determinar si la idoneidad del personal responde o no a los objetivos del Sistema de Rehabilitación Social que es la custodia y la rehabilitación.

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