La situación jurídica de los miembros de la familia Bucaram se define esta semana. La Fiscalía tiene programadas dos audiencias en las que imputará cargos penales en contra del expresidente Abdalá Bucaram y sus tres hijos Dalo, Michel y Jacobo.
A las 10:00 de mañana, los agentes entregarán ante el juez elementos recabados en contra del exjefe de Estado y de su hijo mayor, Jacobo.
Ambos son señalados por un presunto delito de tráfico de bienes patrimoniales. Al día siguiente, los tres hermanos enfrentarán otra diligencia, pero por supuesto delito de asociación ilícita.
En este proceso legal también está inmersa Gabriela Pazmiño, esposa de Dalo. Con estas dos diligencias, la familia Bucaram suma tres procesos judiciales en su contra.
Las investigaciones arrancaron el 3 de junio pasado en la vivienda del exmandatario. Ese día, la Policía allanó el inmueble y encontró evidencias que han sido incluidas en los tres expedientes.
Un revólver y cajas con municiones, que reposaban en el dormitorio de Abdalá Bucaram, sirvieron para enjuiciarlo por tráfico de armas.
En cambio, figuras de cerámica, que también se hallaban en la casa, serán usadas para la investigación por tráfico de bienes patrimoniales.
Además, decenas de cajas con fármacos y pruebas covid, que fueron incautadas, serán incluidas en el proceso por asociación ilícita.
Informes oficiales señalan que los tres hijos del expresidente participaron de actividades ilegales que ejecutaban Daniel Salcedo y otros implicados en corrupción.
En el caso de Dalo Bucaram, la Fiscalía advierte que guarda estrecha relación con Salcedo desde el 2017, año en el que participó como candidato a la Presidencia.
Ayer su abogado, Jorge Acosta, habló del tema y afirmó que el apoyo que recibió su cliente no fue económico, sino colaborativo, con grupos musicales durante los eventos que se desarrollaban en parroquias y pueblos.
El jurista no negó la amistad de su cliente con Salcedo. Confirmó que durante 10 días, Dalo y su familia se hospedaron en una de las propiedades en Miami, EE.UU.En ese país también se encontraría Michel Bucaram.
Las evidencias en su contra se relacionan con una sociedad que tendría con Salcedo desde el 2018. Datos de la Superintendencia de Compañías indican que los dos eran representantes de una empresa dedicada a la gastronomía y bares.
Los abogados de la familia Bucaram advierten que fue un restaurante que quebró a los pocos meses de su apertura y que “por descuido” no cerraron el RUC.
Ahora, esa empresa es parte de las firmas que son indagadas por la Fiscalía para determinar la ruta del dinero por la venta ilegal de medicamentos públicos.
Aquí también entra el nombre de Jacobo. Los investigadores adelantan que tienen pruebas sobre compra de medicinas en el mercado ilegal.
Según elementos recabados, las transacciones se hacían en efectivo y la casa de su padre sería uno de los puntos de encuentro con los ofertantes.
Esos detalles constan en el proceso por asociación ilícita. Allí se dice que Jacobo habría realizado transacciones ilegales superiores a los USD 100 000.
Pero para los abogados defensores de la familia, esas informaciones no tendrían valor jurídico, pues las habrían proporcionado personas que cometieron delitos en Ecuador y en Panamá.
Por eso aseguran que la Fiscalía no tiene pruebas en contra de nadie y que todo es “una persecución política”. Por lo pronto, la Policía ha confirmado que tiene alertas para evitar la salida del país del expresidente Bucaram y su hijo Jacobo.
De hecho, esa advertencia se lanzó el pasado viernes a través de un comunicado interno. Allí, las unidades que operan en zonas de frontera conocieron información del caso.
Fuente: El Comercio -Nota Original : LINK