La diligencia se instaló cerca de las 09:00 en el Complejo Judicial del Norte, ante el Tribunal de Garantías Penales, presidido por la juez ponente María Mercedes Suárez.
El fiscal del caso, al inicio de la audiencia, explicó que la teoría de este caso es que el procesado, expareja de la víctima, la asesinó porque ella decidió terminar la relación sentimental.
27 meses después del hecho, Bryan Alberto V. confesó el crimen y entregó la ubicación del lugar donde habría sepultado el cadáver, una quebrada en Carcelén, parroquia del norte de Quito, hasta donde acudieron los funcionarios de la Unidad de Investigación de Personas Desaparecidas de la Fiscalía General del Estado.
Angie, embarazada de seis semanas con seis días, desapareció el 28 en enero de 2014, en Riobamba, fecha desde la cual la Fiscalía abrió la investigación.
Luego de indagar durante dos años, el 4 de mayo del 2016, a las 20:42, la Fiscalía obtuvo de Bryan Alberto V., la declaración y aceptación del asesinato de Angie. Este ciudadano estaba asilado en un centro de rehabilitación por abuso de substancias prohibidas. Ese mismo día, la Fiscalía formuló cargos contra Bryan V.
Hasta el cierre de este boletín informativo, dos peritos estaban por rendir su testimonio como parte de la prueba que presentó la Fiscalía.
La investigación de los casos de personas desaparecidas ha sido una de las políticas de trabajo de la actual administración de Galo Chiriboga Zambrano, fiscal General del Estado.
