El pontífice dedicó su audiencia general de los miércoles a su visita a Irlanda, donde el escándalo de los abusos ha dado por tierra con la credibilidad de la iglesia. El último día de su estancia se vio eclipsado por la publicación del testimonio de un exnuncio de la Santa Sede que acusó a las autoridades vaticanas, incluyendo a Francisco, de encubrir al excardenal Theodore McCarrick pese a saber durante años que mantenía relaciones sexuales con seminaristas.
El autor del documento _el exnuncio en Estados Unidos, arzobispo Carlo Maria Vigano_ dijo que Francisco debería renunciar debido a su complicidad en el escándalo de McCarrick, que ha implicado a jerarcas eclesiásticos estadounidenses y del Vaticano desde el 2000.
En su audiencia, Francisco omitió una frase de su discurso preparado que señalaba que durante su paso por Irlanda rezó para que la Virgen María interviniera para darle fuerza a la Iglesia para “perseguir firmemente la verdad y la justicia” para ayudar a las víctimas a sanar.
En Estados Unidos, obispos y laicos por igual han reclamado una investigación independiente para determinar quién y cuándo estaba al tanto de los abusos de McCarrick y cómo pudo ascender en la jerarquía a pesar de que era un secreto a voces que habitualmente invitaba a los seminaristas a su casa en una playa de Nueva Jersey y a su cama.