En ese contexto, el Primer Mandatario reiteró el ofrecimiento hecho a las cerca de 1.000 familias que habitan la zona de reubicarlos en una urbanización que cuente con todos los servicios básicos. Precisó, además, que los beneficiarios solo deberán contribuir con un pequeño pago por las viviendas que serán levantadas en un sitio seguro y con todos los servicios básicos.
“La reubicación será voluntaria, pero en la isla de Muisne no tendremos servicios públicos”, advirtió el Mandatario, quien dijo que la unidad educativa y el centro de salud que operan en la parte insular de Muisne serán retirados, pues el sitio no ofrece seguridad.
También cuestionó a quienes, por la cercanía de las elecciones, quieren causar malestar entre los habitantes de la isla, sin que les importe su integridad.