Jaime Nebot soportó un duro recibimiento en Cuenca. Tanto en el aeropuerto como en los exteriores de la Casa de la Provincia, donde se efectuó el encuentro de la ‘Unidad’, fue abucheado por ciudadanos que llegaron a reclamar por su presencia en la ciudad.
“Azuay no se vende, no queremos la vieja partidocracia”, “Azuay no es banquete de nadie” y “Largo Nebot, solo Carrasco te quiere”, fueron los gritos que los ciudadanos lanzaron contra el Alcalde de Guayaquil.
Nebot se retiró del aeropuerto en medio de enfrentamientos verbales y empujones entre sus simpatizantes y opositores. Lo mismo sucedió a su llegada y salida de la Casa de la Provincia, donde lo esperaba el prefecto Paúl Carrasco para este encuentro de la ‘Unidad’.
Nebot no habló con la prensa en el aeropuerto. Rápidamente se subió en un carro color negro que lo esperaba en las afueras de la terminal aérea. Con él estaban su vicealcaldesa, Doménica Tabacchi, y Fernando Aguirre, exasambleísta azuayo de Sociedad Patriótica.
En la Casa de la Provincia un piquete de policías impedía que los manifestantes se acercaran al burgomaestre. En el interior el panorama era distinto: los partidarios de la ‘Unidad’ pedían a gritos que Nebot sea candidato a la Presidencia de la República en 2017.
La reunión duró aproximadamente una hora y 20 minutos. Nebot fue el que más habló, exactamente 19 minutos con 37 segundos. El Alcalde se refirió a la unidad del grupo y reconoció que el primer paso es ganar una mayoría en la Asamblea Nacional para reformar leyes, como la de Comunicación y las enmiendas constitucionales. Es una estrategia que ya había adelantado el presidente Rafael Correa, que la oposición centrará sus fuerzas en controlar el Legislativo.
“La Ley de Comunicación es una ley mordaza para generar miedo y evitar que la gente diga lo que piensa”, dijo Nebot. Sobre las enmiendas a la Carta Magna, aseguró que no representan al pueblo.
En la mesa directiva estaban Nebot, los prefectos Paúl Carrasco, de Azuay, y Marcelino Chumpi, de Morona Santiago; además de Ramiro González, presidente de Avanza; y Guillermo Celi, dirigente de Sociedad Unida Más Acción (SUMA).
A ellos se unieron Alejandro Serrano (PSC), exvicepresidente de la República, y Xavier Muñoz Chávez, exalcalde de Cuenca, por la desaparecida Democracia Popular. Chumpi soportó críticas por reunirse con la derecha porque su movimiento Pachakutik es de izquierda.
El documento final señala que los asambleístas deben resolver política y democráticamente varios objetivos. En el literal B consta la recuperación de la democracia.
Los opositores se proponen “asegurar la independencia de los poderes en aras de una democracia auténtica que precautele los valores de los ecuatorianos”. También se menciona que es necesario garantizar la vigencia plena de los derechos humanos, el derecho a la conectividad, “al trabajo como esencia de dignidad del ser humano, el respeto a la naturaleza, a la equidad de género, y a la pluriculturalidad”.
A la cita también acudió Carlos Falquez Batallas y su hijo, que ahora es alcalde de Machala. Los empleados del Consejo Provincial los llevaron hasta la tarima improvisada. Y la entrada tardía de Cynthia Viteri sirvió para que sus seguidores la recibieran con aplausos.
González hizo un análisis de la situación económica y dijo que su partido propuso 16 puntos para dialogar, “adelantándose a la crisis que se veía venir”. Por eso, el que fuera ministro del actual Gobierno y aliado de PAIS aseguró que es importante en este momento tener una unidad en Ecuador.
Carrasco aclaró que esta unidad “no puede ser de grupos y movimientos políticos”, por lo que pidió madurez política. Para él, es fundamental tener un acuerdo para mantenerse unidos, por lo tanto, “es el momento de cambiar la cultura política de este país”.
Carrasco quiere una tregua política: “Porque necesitamos que el próximo gobierno, el que sea, tenga gobernabilidad, por Dios”.
Al final, los invitados se dividieron en la salida, mientras en los exteriores los manifestantes continuaban gritando en contra del Alcalde de Guayaquil.