La medida ilegal, que busca la parálisis de comercios y vías de acceso en sus zonas de operación, comprende amenazas de ataques armados a los civiles de no seguir las instrucciones.
El paro inició ayer y terminaría el 17 de febrero; una situación que tiene en alerta no solo al gobierno del presidente Iván Duque sino a miles de habitantes en las zonas de influencia de esa guerrilla, desde el norte de Santander (Catatumbo), Chocó, Arauca y La Guajira hasta la capital, Bogotá.
El miedo se pasea de nuevo en el país, que lucha por implementar un Acuerdo de Paz con la otrora guerrilla más antigua y poderosa del país suramericano: las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), hoy desmovilizadas. Pero esa esperanza de paz se convirtió en zozobra ante la lentitud en la implementación y el fortalecimiento del ELN y otros grupos ilegales vinculados al narcotráfico.
El presidente Iván Duque, del partido que le hizo oposición a los Diálogos de Paz celebrados en La Habana bajo el gobierno de Juan Manuel Santos, sostiene que toma todas las medidas de seguridad para prevenir cualquier ataque.
Fuente: El Telégrafo, nota original aquí: LINK