El presidente Rafael Correa acudió hasta la sede de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en Nueva York, para invitar formalmente a su secretario general, Ban Ki-moon, a la conferencia Hábitat III. Ese evento se desarrollará en octubre, en Quito.
El funcionario internacional y el mandatario sudamericano mantuvieron una reunión privada. Luego ofrecieron una declaración conjunta ante los medios que los esperaban. Ki-moon agradeció la hospitalidad de los ecuatorianos por acoger una conferencia considerada clave en el sistema de Naciones Unidas. Es un evento que se realiza cada 20 años, por lo que marcará la agenda de desarrollo durante las próximas dos décadas. “El éxito de este ambicioso empeño va a determinar cómo diseñamos y vivimos en nuestras ciudades. Este es un siglo marcado por los flujos urbanos.
Las exposiciones pueden convertirse en catalizadores de cambios positivos”, dijo Ban Ki-moon, quien primero saludó a Correa y a la audiencia en español. Aunque la sede principal es Quito, habrá eventos en otras dos ciudades ecuatorianas: Guayaquil y Cuenca. Para estas reuniones se espera la llegada de más de 30.000 extranjeros procedentes de todo el mundo. El 55% de la población mundial vive ya en ciudades.
En esta cifra radica la importancia del evento si se toma en cuenta que de Hábitat III saldrán los nuevos parámetros urbanos que regirán el orbe. Por eso Ecuador, como país anfitrión, ya prepara propuestas. “Sabemos que ese modo de vida que estamos llevando no es sostenible, tenemos que plantearnos una nueva agenda humana.
El Buen Vivir, como paradigma del desarrollo, significa vivir en armonía con otros seres humanos y la naturaleza. Debemos garantizar el derecho a la ciudad, la sostenibilidad del desarrollo urbano, respetando el derecho de la naturaleza”, dijo Correa durante su intervención. En su tercer mandato, el gobernante puso énfasis en el desarrollo urbano. Ha combatido los asentamientos ilegales por considerarlos focos de miseria, especialmente en Guayaquil, donde esa actividad significó el estrangulamiento del estero Salado.
En junio del año pasado intentó aprobar una ley para combatir la plusvalía, al considerarla fuente de injusticia social. “Si en época de hambruna se especula con arroz, las personas van presas, pero si en época de escasez del suelo se especula, se recibe un premio: la plusvalía. Necesitamos ciudades que brinden oportunidades para todos, que se comprometan con la erradicación de la pobreza. Es fundamental reconocer las necesidades de la población vulnerable”, insistió el Jefe de Estado.
Correa y Ki-moon firmaron una carta conjunta de invitación a los mandatarios de todo el mundo para que asistan a la Tercera Conferencia de las Naciones Unidas sobre vivienda y desarrollo urbano sostenible (Hábitat III). La cita se realizará en el contexto de la implementación de la Agenda 2030, adoptada en septiembre pasado para impulsar el progreso humano sin exclusiones y que contó con el consenso global.