Marianita de Jesús Flores Álvarez luchó contra el covid-19 durante 40 días. El domingo, 26 de abril perdió la batalla y falleció en una clínica privada del norte de Guayaquil.
A esas instalaciones ingresó por emergencia el pasado 18 de marzo. Su hijo, José Varas Flores, cuenta que ese día su madre no podía respirar y se desvaneció en sus brazos.
También tenía tos seca y cansancio. No le importó pagar USD 1 mil para que la clínica autorizara su ingreso. Ahora, dice que la deuda asciende a USD 68 mil.
Según José, la casa de salud le comunicó que el cadáver de su madre no sería entregado hasta que los valores económicos no fueran cancelados.
Pero José asegura que el pago debe hacerlo el Instituto de Seguridad Social (IESS), debido a que su madre era afiliada. Esta institución se comunicó con el joven la mañana de este miércoles, 29 de abril, para informarle que su caso está siendo analizado.
Pero mientras no se resuelva el tema económico, los restos de Marianita de Jesús permanecerán en la morgue de la clínica. Esto llena de angustia a la familia de la mujer de 60 años, quienes aseguran que ya tienen todo listo para su sepelio.
“Ya tenemos contratada la funeraria, tenemos una bóveda en el cementerio General, ya está lista el acta de defunción. Lo único que pido es que me entreguen el cuerpo de mi madre para darle una sepultura digna”.
Para agilitar el trámite de la entrega del cuerpo, el hijo de la víctima interpuso una acción de protección en la Unidad Judicial del Guayas.
En el documento, él explica el caso y pide que un juez ordene a la clínica que entregue el cuerpo de su madre. Además, manifiesta que la casa de salud no está respetando los derechos de las personas al “tomar el cuerpo de mi madre como un objeto de prenda o de garantía sin considerar los estamentos legales”.
En la acción jurídica, también relata que no conoce cuánto tiempo puede permanecer el cadáver en la morgue de la clínica antes de que sea trasladado a otro sitio.
La preocupación de la familia se centra en el temor a que los restos de su familiar puedan extraviarse o pueda convertirse en un foco de infección. José cuenta que la familia está afectada psicológicamente por esta situación.
Él dice que no solo su madre fue contagiada por el covid-19. En su familia al menos 10 personas tienen el virus. Todos se habrían contagiado a inicios de marzo en una reunión social a la que asistieron.
El Diario El Comercio se comunicó con el departamento de relaciones públicas de la clínica privada para obtener un pronunciamiento oficial de este caso.
Sin embargo, personal de esa área mencionó que no está operativo por la emergencia sanitaria. El Diario también tuvo acceso a documentos como la factura de la clínica y a la acción de protección presentada por los deudos.
Fuente: El Comercio-Nota Original: LINK