Una persona de la tercera edad fue este jueves 12 de marzo, a un supermercado, ubicado en el norte de Quito, para hacer las compras normales de la semana.
Llegó cerca de las 11:00 y prácticamente no había nadie, pero luego en pocos minutos todo se convirtió en un calvario. En la fila para pagar había, al menos, unas 50 personas que buscaban cancelar por los productos que habían adquirido para abastecerse en medio de la emergencia sanitaria declarada desde el miércoles debido al coronavirus.
Jorge Yunda, alcalde de Quito, había anunciado, minutos antes, algunas medidas como parte de la declaración de la emergencia sanitaria, como la suspensión de clases en el Distrito desde la tarde del jueves.
La gente llevaba carritos llenos de bidones de agua, desinfectante, gel antibacterial, alcohol, papel higiénico y alimentos no perecibles como galletas, tostado. Algunas personas incluso adquirieron quintales de azúcar y de arroz.
Las compras por pánico son un fenómeno que ocurre ante alguna crisis y que pueden elevar los precios e impedir que las personas que realmente necesitan determinados bienes no los consigan (como las mascarillas para los trabajadores de salud).
Entonces, ¿por qué la gente cae en el impulso de las compras nerviosas? Los expertos dicen que se debe al miedo a lo desconocido y a creer que un problema grave justifica una respuesta dramática, aunque, en este caso, lo mejor sea algo tan simple como lavarse las manos.
En una entrevista con la BBC, David Savage, profesor asociado de Comportamiento y Microeconomía en la Universidad de Newcastle en Australia, explica que «es racional prepararse para algo malo que parece probable que ocurra (como un huracán o una inundación)».
Pero Savage, quien ha escrito sobre la racionalidad detrás de abastecerse en una crisis, agrega que «no es racional comprar 500 latas de frijoles para lo que probablemente sería un período de aislamiento de dos semanas».
El almacenamiento irracional puede conducir a la especulación de precios, dice también a la BBC, Steven Taylor, psicólogo clínico y autor de ‘The Psychology of Pandemics’ (‘La psicología de las pandemias’).
«Si el precio de un rollo de papel higiénico se triplica, se le empieza a ver como un producto escaso, lo que puede generar ansiedad», anota.
La Asociación de Alimentos y Bebidas del Ecuador hizo un llamado a la calma. El titular de ese gremio, Christian Wahli, consideró que Ecuador está tomando medidas, incluidas las anunciadas por el Alcalde de Quito.
El directivo dijo que en algunos supermercados hay perchas vacías sin ninguna razón. Por eso, el ejecutivo hizo un llamado a la calma a la gente sobre el tema del abastecimiento.
“No hay que generar pánico, hay que tomar las medidas de asepsia indicadas por las autoridades. Ya todos saben lo que hay que hacer, como el lavado de manos. Como industria y comercio garantizamos el abastecimiento”.
Fuente: El Comercio- Nota Original: LINK