El vicepresidente de la CIDH y relator para Ecuador, Stuardo Ralón, señaló que la falta de control del Estado en las cárceles ha creado un autogobierno y corrupción, en donde los reclusos luchan por tener el poder. “Esta corrupción ha generado que ingresen armamento de calibre, sustancias ilícitas y otros aspectos muy graves para los centros de detención”, precisó.
.@StuardoRalon: «Nosotros en el informe señalamos tres grandes causas: una falta de presencia y control del Estado en las cárceles. Esa falta de control, ha generado un autogobierno y corrupción».
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Indicó que otro punto que encontraron fue la insuficiencia del personal penitenciario. “El estándar norteamericano es de una persona de seguridad por 5 detenidos, Ecuador tiene una por 62 y en las cárceles de mayor envergadura ese número podría ser mayor”, explicó.
La recomendación de la CIDH es que se realice una hoja de ruta interinstitucional en donde participen el poder Ejecutivo, Legislativo y Judicial, para: reducir la crisis carcelaria y que no haya un abuso de la prisión preventiva, indicó que de los 36 mil reclusos, el 40% están bajo esta figura; fortalecer la institucionalidad legal y de seguridad del SNAI; y una política de inclusión social. Agregó que es necesario un aumento del presupuesto gubernamental para tratar esta problemática.
.@StuardoRalon: «El estándar norteamericano es de una persona de seguridad por 5 detenidos, #Ecuador tiene una por 62 y en las cárceles de mayor envergadura ese número podría ser mayor».
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El comisionado señaló que es necesario revisar el catálogo de delitos, ya que el 30% de reclusos están detenidos por delitos leves, relacionados a narcotráfico y por lo tanto, gozan de prisión preventiva. Indicó que entre los detenidos también hay personas que contaban con su boleta de excarcelación.
Reveló que uno de los defectos del sistema carcelario del Ecuador es la falta de un censo penitenciario. El mismo que, permitiría conocer el número de personas detenidas con sentencias según peligrosidad y caracterización. Además, recomendó que la cárcel de mujeres, ubicado en el mismo complejo de la penitenciaría del Guayas, donde ocurrieron los disturbios, sea trasladado a otro lugar.
Finalmente, dijo que el Estado debe replantearse la idea de las mega-cárceles, porque allí nacen muchos problemas de gestión penitenciaria.
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