Las averiguaciones apuntan a determinar si se cumplieron los protocolos de seguridad y materiales cuando el sumergible fue sometido a tareas de mantenimiento de media vida entre 2007 y 2014.
Antes de perderse contacto con el ‘ARA San Juan’, que llevaba 44 tripulantes y cuya búsqueda sigue siendo infructuosa en aguas del Atlántico Sur, se había reportado a la base una falla en las baterías.
«Los tripulantes están muertos», dijo hace 10 días a un canal de televisión la influyente diputada oficialista argentina Elisa Carrió, mientras los familiares protestaron con manifestaciones callejeras para reclamar que no se abandone la idea de un eventual rescate.
El juez Sergio Torres busca en el edificio de la Armada (marina de guerra) y en el astillero estatal Tandanor documentos sobre probables irregularidades del sumergible, que fue botado en Alemania en 1983 e incorporado a la Armada en 1985.
La desaparición del submarino ha sido un duro golpe para la Armada y para el gobierno del presidente Mauricio Macri, que dispuso este fin de semana la destitución del jefe de la Armada, Marcelo Srur.
Antes habían sido relevados dos altos oficiales, sanción que motivó el pedido de pase a retiro de cuatro de sus camaradas de alto rango, en solidaridad. La jueza Marta Yáñez mantiene abierta otra causa judicial por «averiguación de posible ilícito», frente a la demanda de los desesperados familiares de saber que pasó.
Otro frente investigativo abrió el miércoles la Cámara de Diputados al votar la creación de una comisión que «deberá emitir un informe final en un plazo no mayor a un año, con amplias facultades para solicitar documentación, tomar declaración a funcionarios públicos, ordenar estudios y peritajes», informaron fuentes legislativas.
La iniciativa fue girada al Senado para convertirla en ley. El ‘ARA San Juan’ es uno de los tres submarinos del país sudamericano. De los dos restantes, solo uno está operativo y el otro está desactivado por tener graves fallas que impiden su navegación.
Fuente: El Telégrafo